domingo, 25 de agosto de 2013

Beatificación en curso de mártires de dictadura argentina tuvo aval del Papa

Por Daniel MEROLLA (AFP) – 19/03/2013

BUENOS AIRES — El proceso de beatificación de dos religiosos y un laico, asesinados en 1976 en Argentina durante la dictadura, tuvo el aval del ahora papa Francisco y está en su última fase de estudio, dijo el martes a la AFP una fuente eclesiástica.
La fase diocesana (local) del proceso de beatificación se inició el 31 de mayo de 2011, "luego de haber recibido el aval de la Conferencia Episcopal, cuyo presidente era en ese momento el cardenal Jorge Bergoglio", ungido papa este martes en el Vaticano, dijo el martes a la AFP el fraile Horacio Zabala.
Los religiosos eran el fraile franciscano Carlos de Dios Murias, nacido en Córdoba (centro) y el párroco Gabriel Longueville, nacido en Francia, además del laico y cooperativista Wenceslao Pedernera, nacido en la provincia de San Luis (centro).
"Hay dos comisiones. La que escuchó a unos 70 testigos, ya finalizó. La comisión histórica que analiza sus vidas puede terminar su labor en 2013 ó 2014. Luego se envía el resultado al Vaticano", dijo Fray Horacio, vicario provincial franciscano.
Los cadáveres torturados y acribillados de Murias y de Longueville fueron hallados el 18 de julio de 1976 en un paraje de la pequeña localidad de El Chamical, provincia de La Rioja, a unos 1.200 Km al noroeste de Buenos Aires.
"No tenían actividad política. Sólo pastoral. ¿Por qué los mataron? Considero que por predicar la justicia y la verdad cuando había prepotencia y dictadura", dijo Fray Horacio.
Murias tenía 30 años y Longueville 45 cuando ayudaban a pobladores de asentamientos y pertenecían a la pastoral del obispo de La Rioja, Enrique Angelelli.
Angelelli fue asesinado el 4 de agosto de 1976, en un hecho que la dictadura intentó simular como accidente de auto en la ruta, pero 30 años después se probó el homicidio en una causa abierta en la que está enjuiciado el exdictador Jorge Videla.
El obispo Angelelli estaba amenazado a raíz de sus denuncias sobre graves violaciones a los derechos humanos, en un país donde hubo millares de desaparecidos, muertos, exiliados y censurados.
Una semana después del crimen de Murias y Longueville fue secuestrado y ejecutado Pedernera, de 39 años y padre de tres hijos, en la localidad riojana de Sañogasta.
"A Pedernera lo fusilaron delante de sus hijos", narró el vicario franciscano.
Fray Murias era el único varón de cuatro hijos de un caudillo político de Córdoba (centro), según la página web de la orden de franciscanos en Argentina.
"De su padre heredó el carácter fuerte, sincero y a veces duro que lo llevaba a decir lo que pensaba sin miedo y sin tapujos, y de su madre la constancia y capacidad de lucha", escribió Graciano Zanín, ministro provincial franciscano.
Ordenado sacerdote por Angelelli, Murias ofició en barrios pobres de la periferia de Buenos Aires hasta ser trasladado a La Rioja.
Según Zanín, agentes dictatoriales "escuchaban y grababan todos los sermones y espiaban constantemente todos los movimientos, encuentros y actividades del obispo y de sus colaboradores".
Longueville, hijo de una familia campesina y ordenado sacerdote en 1957, ingresó a una organización del apostolado francés que prepara sacerdotes para enviarlos a América latina.
En 1970 llegó a Argentina, en plena turbulencia política en Argentina por las rebeliones populares contra la dictadura del general Juan Carlos Onganía.
En 1971, se radicó en El Chamical, donde se lo recuerda como "hombre de paz, sensible, poco conversador, escondía una alma profunda y de gran capacidad de trabajo y abnegación", según el portal especializado Ecce Christianus.
"Vivió en la pobreza evangélica. Fue artista de alma. Tallista y pintor autodidacta", según dicho perfil.
En el lugar donde fueron hallados los religiosos, rebautizado Los Mártires, hay una pequeña gruta que les rinde homenaje.

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