miércoles, 30 de junio de 2021

 

Leonas y Leones hambrientos de medallas en Tokio-2021

 /  Buenos Aires (Argentina)  -  25 junio 2021 17:05  -  AFP (Daniel MEROLLA)  /  ENFOQUE  -  9CZ4A6

La ambición de Las Leonas de atrapar el oro olímpico por primera vez y el deseo de Los Leones de defender el conquistado en Río-2016 motiva a las dos selecciones argentinas de hockey sobre césped a llevar las garras bien afiladas a los Juegos de Tokio-2021. 

"Estos chicos y estas chicas están comprometidos y compenetrados en el camino olímpico, a pesar de lo que estamos viviendo con la pandemia. Nos tenemos que cuidar y ser disciplinados", prometió el director de selecciones nacionales de la Confederación Argentina, Carlos Retegui. 

A la selección femenina sólo le falta el premio mayor. Cuatro veces se quedaron en las puertas de la gloria olímpica, con dos preseas de plata y dos de bronce.  

En sus vitrinas brillan dos Copas del Mundo, siete Champions Trophy, una Liga Mundial, siete Juegos Panamericanos, cinco Copas Panamericanas y tres Juegos Sudamericanos. Nunca pudieron morder la presea dorada, pero son emblema y orgullo del deporte albiceleste.  

Los caballeros vivieron hace cinco años su hora más gloriosa. Subieron a lo alto del podio. Vencieron en la final olímpica a Bélgica 4-2. 

También reinan en el mundo de los Juegos Panamericanos, con 10 medallas de oro y cuatro de plata. Ganaron un bronce en un Mundial y otro en un Trophy. 

"Cuando ves que todos vienen a entrenar, eso te marca el estado de ánimo", dijo Retegui, a quien apodan el 'Chapa' (loco, en la jerga) por su pasión temperamental.

Las damas debutarán el 25 de julio ante Nueva Zelanda, en el Grupo B. Luego se medirán con España, China, Japón y Australia.  

Los hombres jugarán su primer encuentro contra la poderosa Australia. Después se medirán con India, España, Nueva Zelanda y Japón, en el Grupo A. 

 

- Volver a rugir - 

 

Un vacío difícil de llenar para las Leonas dejó el retiro de Luciana 'Lucha' Aymar, ocho veces mejor jugadora del mundo según la Federación Internacional y declarada "Leyenda del Hockey". No habrá ninguna igual a 'La Maradona' del stick. Pero ni con ella pudo Argentina coronarse en los Olímpicos. 

Acariciaron el cielo en Sydney-2000. Más de 10.000 aficionados las ovacionaron por su temple al enfrentar a las increíbles 'hockeyroos' de Nikki Hudson y Alyson Annan, que ganaron 3-1. 

En los Juegos de Londres-2012 cayeron 2-0 en la final frente a su archirrival, la Holanda de la extraordinaria Maartje Paumen.

En Atenas-2004 y Pekín-2008 se adueñaron del bronce. El fondo lo tocaron en Rio-2016, con un séptimo puesto, su peor ubicación en 20 años. 

Ahora les llegó la hora de la renovación. Retegui combinó veteranas con juveniles. Tienen de puntal a Noel Barrionuevo, máxima artillera con 182 goles.  

"La pasé muy mal con el covid-19. Muy dolorida de las piernas, con pérdida del gusto y olfato. Ahora estoy recuperada. Es muy triste la situación mundial", dijo Barrionuevo. 

Entre las fogueadas sobresalen la capitana Delfina Merino, las sólidas Rocío Sánchez Moccia y Agostina Alonso, la notable arquera Belén Succi, la potente Victoria Sauze y la delantera María Granatto. 

"Fue muy difícil estar tanto tiempo sin competencia, anímica y emocionalmente", admitió Sauze, integrante de una dinastía familiar de deportistas de hockey y rugby. 

Entre las novatas olímpicas resaltan la volante Agustina Gorzelany, la exLeoncita (sub-21) Valentina Raposo y la definidora Julieta Jankunas. 

Afirma Raposo: "Ser parte de Las Leonas me genera mucho orgullo, responsabilidad y compromiso". 

 

- Recambio generacional - 

 

La imagen de Agustín Mazzilli sentado dentro del arco en Río, festejando el cuarto gol sobre la hora ante Bélgica, es imborrable para el hockey albiceleste. Sin el arquero belga, jugado en la ofensiva, el 'Pájaro' Mazzilli interceptó la bocha y la llevó al trotecito. 

Ahora el reto es mayor. Los Leones estuvieron más de un año sin entrenar por la pandemia. Se nombró entrenador a Mariano Ronconi, bajo la dirección de Retegui.

"Después de 13 meses sin jugar, el regreso fue muy positivo", señaló.

La valla estará custodiada por el veterano Juan Manuel Vivaldi, con 261 encuentros internacionales. En la defensa es una columna Pedro Ibarra. Al atacar, palo a palo se perfilan Lucas Vila (229 partidos internacionales), Martín Ferreiro y Leandro Tolini.

"Queremos ir paso a paso. Estamos muy ilusionados pero si vamos pensando en que somos los últimos campeones o que tenemos que estar ahí arriba, nos vamos a equivocar", reconoció el entrenador. 

Ronconi dijo que se ha producido "un recambio generacional muy grande, porque más de la mitad del equipo ya no está". Lo que no les falta es el hambre de medallas.


 

Judoca argentina Paula Pareto: La 'Peque' que se agiganta en combate

 /  Buenos Aires (Argentina)  -  28 junio 2021 19:09  -  AFP (Daniel MEROLLA)  /  ENFOQUE  -  9DE8UL

Paula Pareto es una médica traumatóloga argentina, pequeña de estatura, con una vida simple y ordenada pero se volverá una gigante temible para cualquier rival cuando salte al tatami del judo en los Juegos Olímpicos de Tokio-2021.

A los 35 años y con 1,48 metro de estatura, la 'Peque', como la apodan, se perfila para su cuarta epopeya olímpica, con una meta: "La idea es defender el oro", ganado en los Juegos de Río de Janeiro-2016.

"En Rio estaba muy bien entrenada. Hoy estamos intentando mejorar de a poco. No estoy al mismo nivel, si bien en los entrenamientos hogareños he mejorado", afirma. 

Varias veces campeona panamericna, su primera subida al podio fue en los Juegos de Pekín-2008. Ganó el bronce. En los Juegos de Londres-2012 fue diplomada por lograr un quinto puesto. 

Conquistó el campeonato mundial en 2015 en la ciudad de Astaná, Kazajistán. Superó a la japonesa Haruna Asani, en la categoría hasta 48 kg.

 

- Emociones y baldazos -

 

La consagración fue en Rio-2016. Se convirtió en la primera mujer argentina en ser campeona olímpica. Derrotó a la surcoreana Jeong Bo-Kyeong. 

La experiencia de Río fue inolvidable. "Lo lindo es que cada vez que pasan estas imágenes, me vuelvo a emocionar", asegura. 

Pero el camino a Tokio está ensombrecido por la pandemia. Tuvo que reorganizar su preparación a duras penas desde que se suspendieron los Juegos en 2020. 

"Fue un baldazo de agua fría", señala. Al menos le sirvió para recuperarse con más tiempo de una cirugía de columna. 

Pero guardar el judogi (vestimenta) no está lejos. "Después de Tokio ya me retiro porque mi cuerpo no da más”, admite. 

"Yo no soy superdotada ni tengo superpoderes en el deporte. Soy una persona normal que lo intentó", sostiene. 

El covid-19 también acecha en Japón tanto como una adversaria. "Estar en riesgo hoy no me asusta. No es una situación agradable para nadie tener que estar separados de nuestra familia y tener que tener tantos cuidados. Es lo que elegí”, señala. 

Pareto es inseparable de su familia. Su madre, Mirta, es médica, y el padre, Aldo, es abogado. Tiene un hermano menor, por cual empezó el judo, y una hermana mayor que influyó con sus consejos. 

"¿Parejas? Y en algún momento hubo, pero todas las parejas que tuve siempre el problema fue que no tenía tiempo. Y es real, o sea yo lo acepto. Me llevo siempre bien con las personas con las que estuve pero ya saben cómo es mi vida", relata.

 

- Sin dolor -

 

Traumatóloga en un centro de salud en la periferia norte de Buenos Aires, no es mujer de bajar los brazos: "Siempre digo que hay que dar el 100% de cada uno". 

No le ha sido fácil. Hacer la guardia médica de día y entrenarse de noche es un desafío. "Mis amigos me decían '¿por qué no te vas a tu casa a dormir?'. No, porque sentiría que no había rendido", pontifica.

Su fortaleza es una marca registrada. "En el judo no duele lo físico pero duele muchas veces lo mental. Somos muy duros los judocas, en cuanto a nuestro umbral de dolor, que está bastante elevado", sostiene. 

Incluso se fracturó tres veces sin sentirlo. "Me di cuenta más tarde porque tal vez me hice una radiografía o me hice algún estudio por otra cosa", afirma.

No hay que confundirse al verla pequeñita. En el combate se agiganta. 


martes, 22 de junio de 2021

Una cuenta pendiente que duele en el alma 

por Daniel Merolla

El capitán de la Albiceleste, Lionel Messi, está de nuevo al frente de la misión de ganar la Copa América, a 28 años de la última conquista argentina y en otro intento por saldar una cuenta que, a punto de celebrar sus 34 años, le duele en el alma. 

 Dueño de una colección fabulosa de trofeos y récords, lleva una espina clavada: nunca pudo ganar un campeonato de mayores con los colores nacionales. Ni una Copa del Mundo ni la de América. Y las opciones se le achican: este jueves apagará 34 velitas en medio de la Copa América, con Argentina ya clasificada para los cuartos de final.

El más reciente récord lo logró este domingo en el triunfo ante Paraguay (1-0) al igualar a su amigo Javier Mascherano como el jugador que más veces vistió la casaca albiceleste, en 147 partidos.

Nacido y criado en la futbolera Rosario, ganó un Mundial Sub-20 (Holanda-2005) y medalla de oro en Juegos Olímpicos (Pekín-2008). Ningún premio con la mayor.

"Que todos juntos podamos seguir construyendo nuestro país, y a nivel de selección igual", manifestó. 

Una reciente imagen suya resumió su pasión. Tras su exquisito gol de tiro libre a Chile (1-1), en el debut de la Copa América, 'la Pulga' dejó de lado su habitual festejo mirando al cielo y pegó un salto al puro estilo del fallecido Diego Maradona. Los argentinos sabían a quién estaba homenajeando.  

Días antes, en un partido por el premundial contra el mismo rival e idéntico resultado, Messi tampoco apeló a su tributo habitual pero gritaba su gol de penal y se golpeaba el pecho. 

"Queríamos regalarle la victoria y representar a la Selección como siempre lo hizo él (Maradona), dejando todo", explicó.

 

- ADN argentino, desarrollo catalán -

 

Con la camiseta de FC Barcelona ganó copas y campeonatos de todos los tamaños y colores. El club blaugrana lo cobijó desde los 13 años. Le pagó el tratamiento hormonal para crecer que le quitaba el sueño a su familia. Seis veces ganador del Balón de Oro, es leyenda del club. 

Pero su ADN futbolero es 'argento' (jerga) de la cabeza a los pies. 

Igual que Maradona mantiene un romance con la pelota. La maneja como si fuera parte de su cuerpo.

Ya no es una máquina de eludir defensores como postes. Pero enfila directo al arco y desbarata defensas como si fueran de papel. Su explosivo juego a toda velocidad se amolda como un guante al fútbol contemporáneo. 

¿Tan fuerte es su influencia también en la Albiceleste?. Lo describió el entrenador, Lionel Scaloni: "Los partidos de Leo son con dos o tres rivales siguiéndolo". 

Otras veces aplican una cerebral táctica. Le obstruyen "las líneas de pase", ilustró el DT.

De vez en cuando tratan de sacarlo de las casillas. Lo hizo el chileno Gary Medel en la Copa América Brasil-2019. Los expulsaron a los dos y La Roja ganó con el sacrificio. Lo que perdió fue aquel partido por el bronce (2-1).

 

- Líder maduro -

 

Con los años, ya a sus 34 que los cumple el jueves, creció en personalidad. Maduró y pasó a ser el líder. 

Ha protestado en público contra la Conmebol. Emuló a Maradona con dardos lanzados contra los dirigentes. 

Dejó atrás la etapa del Messi mudo. Antes parecía un Peter Parker tímido y distraído que se convertía de pronto en Hombre Araña. Un superhéroe misterioso. 

Asumió que debía ordenar a sus compañeros. Solo que nunca se lo escucha gritar o hacer gestos ampulosos. 

"Estamos en crecimiento. Pusimos chicos nuevos. De a poquito nos tenemos que ir haciendo fuertes", afirmó. 

A la historia pasó aquella noche funesta de la final de la Copa Centenario-2016 ante Chile en Estados Unidos. La tiró afuera en el desempate a penales. Argentina perdió. Lloró y se arrojó al suelo, como si quisiera que la tierra se lo tragase. 

Al salir del campo de juego, sentenció, desolado: "Se terminó la selección para mí. Es la cuarta final que pierdo, la tercera seguida (...) Me duele no ser campeón con Argentina". 

Había perdido las finales de Copa América de Venezuela-2007 contra Brasil y Chile-2015 y EEUU-2016 frente a La Roja, así como el partido decisivo del Mundial Brasil-204 ante Alemania (1-0). 

 

- El timonel -

 

Sin Messi, Argentina es uno más del montón. Con Messi tampoco es una maravilla, pero cambia casi todo. Cuando la Albiceleste ganó los mundiales de Argentina-1978 y México-1986 no sólo tenía cracks internacionales. Mostraba un funcionamiento aceitado, estilo y personalidad.

Ahora hay un solo gran jugador: Messi. No se le pueden pedir peras al olmo. 

El regalo que espera Messi en su aniversario es celebrar el 10 de julio la Copa América en el Maracaná, la emblemática casa del archirrival Brasil. 


miércoles, 9 de junio de 2021

 

Argentina de Messi, de aplanadora a máquina fallada

 /  Buenos Aires (Argentina)  -  09 junio 2021 13:29  -  Daniel MEROLLA)  

 

La ilusión de ganar la Copa América en Brasil obliga a la Argentina de Lionel Messi a calibrar las piezas para ser una aplanadora, como en el arranque ante Colombia, pero sin cometer errores infantiles que le costaron un empate (2-2) por el premundial de Catar-2022. 


La Albiceleste no supo liquidar el pleito. Semejantes falencias la fuerzan a ajustar las clavijas en todas las líneas para que el violín no suene desafinado. El equipo aún está verde y en formación. 

Argentina (12 puntos) sigue segunda en la tabla pero cada vez más lejos de Brasil (18), en seis encuentros jugados por la clasificatoria sudamericana. 

"En los seis partidos Argentina fue superior al rival. Hemos merecido ganar en todos. Pero los merecimientos no cuentan en el fútbol", sentenció con lucidez el entrenador, Lionel Scaloni. 

Sin tiempo para introducir grandes cambios, el lunes debuta con Chile en Rio de Janeiro en la Copa América-2021. Lo hará siempre y cuando el Tribunal Superior de Justicia brasileño otorgue luz verde sanitaria. Es un país azotado por la pandemia de covid-19, con más de 470.000 muertos y 17 millones de contagiados

 

- La contundencia -

 

El equipo mostró dos facetas diferentes en la calurosa noche de Barranquilla. Una fue contundente y otra vacilante. Tampoco sería justo olvidar que la escuadra cafetera le plantó dura batalla hasta el último aliento, sin bajar los brazos, y festejó. 

"Argentina siempre domina el juego. A veces de manera más vertical", analizó Scaloni. Pero no fue tan así todo el encuentro. 

Tres de sus elegidos para la 'joven guardia' de la renovación le dieron rápido fruto.

El infatigable volante Rodrigo De Paul lanzó un tiro libre como centro para el cabezazo goleador de Cristian 'Cuti' Romero, zaguero de Atalanta de Italia, declarado el mejor central de la Serie A. Es la última gran aparición de la escuadra. También fue sólido en el duro empate ante Chile (1-1) en la fecha anterior. A los 23 años parece un veterano y se ganó el puesto. 

Cinco minutos después otro favorito de Scaloni, el volante Leandro Paredes entró al área como si fuera la sala de su casa e hizo un pase a la red. A los 8 minutos, la Albiceleste tenía el partido en el bolsillo. 

A Messi dos veces el arquero David Ospina le ahogó el grito de gol con acrobáticas atajadas. Cada vez que La Pulga toca la pelota el juego se enciende. Pero sólo por ráfagas, surgía la potencia taurina de Lautaro Martínez, único delantero neto. 

Nunca lograron Messi o Lautaro articular ataques profundos con Exequiel Palacios o con Nicolás González, otros protagonistas de la remodelada Argentina.

 

- La zozobra -

 

Un punto de inflexión se produjo al perder al arquero Emiliano Martínez, de gran temporada en el Aston Villa. Chocó en el aire con el gigante Yerry Mina y tuvo que salir con duro golpe en la cabeza. 

Una mala señal fue la infracción de Nicolás Otameni con un manotazo a Mateus Uribe. El tiro penal anotado por Luis Muriel no desestabilizó tanto como los pases fallidos argentinos de Paredes, De Paul y Montiel que fabricaban contragolpes. Argentina se ponía sola al borde del abismo. Las clavijas flojas hacían sonar mal al instrumento. 

Así falló en una salida el defensa Juan Foyth, en una noche para el olvido. Tampoco pudo bloquear el salto de Rodrigo Borja. Su cabezazo goleador fue el tiro del final. 

Al portero Agustín Marchesín, reemplazo de Martínez en el arco, se le escapó el balón hacia adentro. Otra falsa nota y celebración colombiana. 

"Difícil hacer un análisis cuando te empatan y la pelota casi no se pone en juego. Si pasaban 30 segundos, la situación era diferente. Hasta el minuto 94, el partido fue muy bueno. La última jugada le da el punto a ellos. Te cambia todo", reflexionó Scaloni. 

"Son errores individuales y no defensivos", teorizó. Ahora no le sobra el tiempo. El director debe preparar la orquesta para una Copa que desde hace 28 años (Ecuador-1993) no vuelve a  Argentina.