martes, 19 de noviembre de 2019


River Plate: de la tristeza del descenso a una era triunfal

por Daniel Merolla


El mundo se le había venido abajo a River Plate el día que descendió a la Segunda categoría pero desde el regreso a Primera disfruta de una era triunfal acorde con su grandeza histórica.
Otra vez en el umbral de la gloria estará la entidad argentina la tarde del sábado cuando las camisetas blancas con la banda roja aparezcan en la cancha del estadio Nacional de Lima para jugar contra Flamengo de Brasil la final de la Copa Libertadores 2019.
Cada vez más lejana parece aquella pesadilla del descenso en 2011 para el club que fue declarado por el ente de historia y estadísticas de la FIFA el mejor del siglo XX en Argentina y el noveno del mundo.
Es el club argentino líder en títulos oficiales, con más de 60 vueltas olímpicas, 35 de ellas en torneos de primera del profesionalismo y 18 internacionales, entre ellos una copa Intercontinental en 1986 al vencer a Steaua de Rumania 1-0, con gol del uruguayo Antonio Alzamendi.
Fundado en 1901, su poder fue creciente, hasta convertirse en "un equipo revolucionario", según el ensayista y periodista Dante Panzeri, quien elogiaba a "La Máquina" de la década de 1940, emblemática de lo más preciado y exquisito del balompié criollo.
"Unos entran, otros salen, todos suben, todos bajan", pontificaba Carlos Peucelle, un exgoleador en la década de 1930, en su ensayo "Fútbol todo tiempo e historia de La Máquina".
"La Máquina" es el estandarte de una época dorada. Se lucían los mágicos e inspirados botines de Ángel Labruna, Adolfo Pedernera y José Manuel 'El Charro' Moreno.

- Adinerados -

Emigrados del país, llevaron el brillo y la alegría de su fútbol al Millonarios de Colombia.
El apodo de 'millonarios' identificaba al club desde que pagó 35.000 pesos de 1932 por el pase de Bernabé 'El mortero' Ferreira, cuyo cañonazo hacía temblar a los arqueros. Se iniciaba el profesionalismo y la suma pagada era una fortuna de aquellos tiempos.
De las filas de River aparecieron cracks inolvidables como Alfredo 'La saeta rubia' Di Stéfano. Su calidad deslumbró en Real Madrid y llegó a ser considerado el mejor futbolista de Europa, ganador de copas a más no poder.
"La clave del fútbol es mandar sobre la pelota", enseñaba Di Stéfano.
Bajo los tres palos 'millonarios' supo lucirse Amadeo Carrizo, un adelantado por su estilo de guardameta-jugador.
Sin embargo fue Carrizo quien tuvo la desafortunada idea de parar una pelota con el pecho en la final de la Copa Libertadores 1966, contra Peñarol de Uruguay en el estadio Nacional de Santiago de Chile.
Los jugadores de aquel poderoso equipo mirasol lo tomaron como una arrogancia. River ganaba 2-0 y después de aquella ocurrencia perdió 4-2.
River y Boca Juniors, los dos más populares, animan un superclásico que mueve montañas. El partido de vuelta por la final de la Copa Libertadores 2018 en Madrid, ganado por River 3-1, se convirtió en acontecimiento internacional tras una polémica pérdida de la sede en Buenos Aires. La Conmebol se la quitó por una agresión a jugadores de Boca cerca del estadio riverplatense Monumental, ahora con un aforo aumentado a 70.000 almas.
Con el moderno fútbol ultraprofesional, se lucieron en River luminarias como el artillero Mario 'Matador' Kempes, el chileno Marcelo 'Matador' Salas y 'El Príncipe' uruguayo Enzo Francescoli, prodigio de calidad técnica.
Entre los mayores ídolos de la hinchada están el magistral Norberto 'Beto' Alonso y 'El Burrito' Ariel Ortega, puro talento y gambeta endiablada.
La crisis futbolera y económica que lo llevó a la Segunda división marcó el ocaso de otro idolatrado, el excapitán Daniel Passarella. Le tocó ser el presidente del club en el abismo, con la violencia imperando entre los 'barrabravas'.

- Muñeco bravo -
 Retornado a primera, tardó un par de temporadas en acomodarse y en 2014 volvió a celebrar un campeonato local. Se abrían las puertas para la llegada aquel año de un exjugador 'millo' convertido en prócer viviente, Ángel 'Muñeco' Gallardo.
Los equipos de Gallardo han ganado copas a troche y moche: 10 en total, con siete internacionales y tres de la primera división.
¿Cuál es el secreto de Gallardo?. "Creo en decirles a mis jugadores que salimos a la cancha a defender algo y a sentirnos bien con nosotros mismos", simplifica el DT. Por su capacidad de estratega la prensa empezó a llamarlo 'Napoleón'.
Una manera de ver y sentir el fútbol saldrá al campo el sábado, con una camiseta legendaria defendida ahora por gladiadores como Javier Pinola y Enzo Pérez o el incisivo volante de ataque Ignacio 'Nacho' Fernández.


jueves, 14 de noviembre de 2019


De Simoca al mundo: La otra Pulga del fútbol argentino

por Daniel Merolla

Al argentino Luis Miguel Rodríguez le dicen "La Pulga", como a Lionel Messi, y estuvo a punto de enfrentarlo en España si lo contrataba el Real Madrid, pero ahora es ídolo de Colón, finalista de la Copa Sudamericana 2019 ante el ecuatoriano Independiente del Valle.
"Este será el partido de mi vida", admite Rodríguez, adorado por los hinchas del "sabalero" de la provincia de Santa Fe (centro), cerca de la Rosario de Messi, con histórica rivalidad regional.
A los 34 años, el delantero que lleva la camiseta 10 como el astro del FC Barcelona, puede contar una vida de película. A los 14 años lo vio en un torneo internacional en Islas Canarias un representante de los "merengues" pero el pase fracasó.
Sólo tenía 13 años cuando se lo había llevado a Europa una intermediaria y un empresario que deseaban sumarlo al Inter de Italia. Rechazaron ficharlo en la Casa Blanca, pero tampoco le encontraron club europeo.
Lo habían ido a buscar, junto con otras cuatro infantiles promesas, hasta los potreros (canchas barriales) de la ciudad de Simoca, en el Tucumán profundo y pobre del norte argentino, su provincia natal.
En aquella prematura aventura europea los empresarios mandaron al grupo de pequeños tucumanos en tren hasta Bucarest. Les habían dicho que jugarían en un club rumano. Pero nadie los esperaba en la estación y se quedaron sin dinero, vivienda ni destino. Volvieron a su país.
"Tenía miedo del viaje, del avión, pero quería jugar al fútbol en primera", reconoce este futbolista tan chiquito de tamaño como grande cuando ilumina la canchas con su talento.
Así lo demostró en semifinales de la Copa. Marcó con sutileza dos tiros penales decisivos ante Atlético Mineiro de Brasil para llevar a Colón a la final.
El primero fue casi sobre la hora y descontó a 2-1 la ventaja de los brasileños. Colón había ganado 2-1 la ida. Fueron a la tanda de penales. Rodríguez anotó con toque suave, sin esfuerzo, como si pateara la pelota en la sala de su casa y no en una semifinal copera. Colón ganó el desempate 4-3.
"Debe ser desesperante para el arquero ver cómo la pelota va despacito para el otro lado", narra la jugada sin ironía, sólo como descripción de un momento nada feliz para el adversario.

- Zapatillas de mujer -
Los avatares de Rodríguez parecen de ficción. Fue albañil y pintor de brocha gorda para ayudar a su numerosa familia de nueve hermanos. Simoca en quechua significa "lugar de paz y silencio". Lo que abunda, en cambio, es pobreza.
"La Pulga" tucumana jugaba descalzo porque no había dinero para botines. Usaba zapatillas de mujer que le prestaban porque eran de su medida 39, un pie pequeño para un hombre. Un día pudo usar auténticos zapatos de fútbol.
A los 16 años, de vuelta en Simoca, no lo tenía en cuenta ningún club fuerte hasta que metió 12 goles en un partido barrial. Fue la clave para que lo contratara Atlético, el 'Decano' albiceleste.
"En San Martín de Tucumán (archirrival de Atlético) dijeron que era muy chiquito", recuerda. Y se lo llevó a Atlético el DT Jorge'Indio' Solari, crack legendario de la selección argentina.
Jugó un tiempo para Racing de Córdoba y Newell's Old Boys. Con Atlético Tucumán ganó tres torneos en categorías de ascenso. Y siempre fue goleador y asistidor exquisito.
Su última broma fue aparecer en una foto de redes sociales disfrazado con la máscara de "Dalí", de la serie española de Netflix La casa de Papel. Se lo ve con su mujer Paula, y sus hijos Bautista (4) y Milo (2).
Esta afiliado al Justicialismo (peronismo), que volverá a gobernar a Argentina el 10 de diciembre. Quiere ser alguna vez candidato a diputado. Y también profesa el hinduismo. "Es mi otra pasión junto con el fútbol", señala. "La Pulga" tucumana no jugará en la liga española pero a ser excéntrico no le gana nadie.




El teatro argentino renace cada noche y enfrenta la crisis

por Daniel Merolla


La vida es sueño para miles de personas que convierten de noche a Buenos Aires en una de las mayores plazas teatrales del mundo, con una resistencia a la crisis económica que asombra.
Si se lanzara un dron a sobrevolar la capital argentina en fines de semana o las vísperas, podría verse la pasión que despierta el arte escénico. Sería un viaje desde las fascinantes luces de la calle Corrientes, como una Broadway en el centro histórico, hasta las pequeñas salas en los barrios.
"Tenemos resiliencia y la gran ventaja de la idiosincracia de la gente. Cuando tiene algo de plata en el bosillo sale a comer, al cine o al teatro", argumenta uno de los hombres claves de la movida, el productor Sebastián Blutrach, quien a los 50 años es el presidente de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (AADET).
Mas de 200 salas de teatro, la mayoría independientes y unas 30 comerciales, compiten en el ranking con Nueva York, Londres, París, Berlín, Madrid o Barcelona.
Lo extraordinario es que se mantengan puertas abiertas pese a la inflación, la recesión, el desempleo, la caída de ingresos y las tarifas de luz aumentadas casi 1.500% en 4 años, como para espantar a la clase media, su público de todos los tiempos.
"El teatro no genera millonarios. Es un negocio artesanal de altísimo riesgo. Uno pone el valor de un apartamento la noche del estreno y el precio se convierte en intangible, pasa a valer cero, Con tasas de interés en el país de 70% es una locura hacerlo. Pero con un éxito pagamos entre 3 y 5 fracasos", explica el empresario.

Un teatro Ave Fénix -
 Blutrach es dueño del Teatro del Picadero. Trabaja en una pequeña y luminosa oficina en la tercera planta de un edificio construido originalmente como fábrica hace casi 100 años, con ladrillo a la vista, al estilo inglés. Viste una camisa sencilla y jeans. Habla pausadamente y con cifras a mano.
"Somos la medida de cómo le va a la clase media. Con la gran crisis de 2001 la cantidad de espectadores cayó 35%", recuerda este hombre que produjo el mayor éxito teatral de la historia argentina, la puesta de 'Toc Toc', del francés Laurent Baffie, que cumplirá pronto 10 años en cartel.
En 2005 se vendieron 2 millones de tickets. El 'boom' fue en 2011 con 3 millones. Luego vino una meseta, pero en los últimos 4 años la caída acumulada en la taquilla es de 30%, según la AADET.
Blutrach viene de una familia de teatristas. Empezó de iluminador. El Picadero, con 300 butacas, es un templo de la resistencia, un símbolo. En 1981, agentes de la dictadura actuaron como por orden de Nerón. Lo incendiaron y destruyeron.
Fue aquel un intento de aplastar el mayor movimiento cultural por la libertad de expresión: Teatro Abierto, con decenas de obras de autores argentinos que iban a estrenarse. La dictadura se fue y el Picadero renació de sus cenizas.
En épocas doradas, Federico García Lorca dirigió 6 meses en Buenos Aires la puesta de su "Bodas de sangre" (1933). Alejandro Casona estrenó 'Los árboles mueren de pie' (1949) y Marios Vargas Llosa "La señorita de Tacna" (1981).
El Picadero está en un pasaje sinuoso que señala la antigua trocha de la primera locomotora del país. Está en el límite oeste de Corrientes, "la calle que nunca duerme", la de los teatros, librerías y cafeterías.
Está por empezar la función del drama con pasos de comedia 'Siete años', del español José Cabeza.
En los camarines se maquilla frente a un gran espejo con candilejas una de las protagonistas, la actriz Florencia Raggi. Viste enaguas con encajes, a punto de ponerse una remera y un pantalón para salir a escena.
"No es casual que el teatro resista. No es la primera vez ni será la última. Hay talento en escritores, actores, etc. Lo hacemos con mucho amor y devoción", responde Raggi, una exmodelo de 47 años que lleva más de 20 sobre las tablas.

- Todo a pulmón -
 A unas 30 calles de allí, en medio de casas antiguas de una sola planta, de estilo italianizante, en el barrio de Villa Crespo, funciona una sala del 'Off Corrientes'. Es el Patio de Actores, creado por Clara Pizarro, que hizo pintar la fachada de azul y plantó en la vereda un fresno y un jacarandá.
"Esto va más allá del dinero. Es una enorme pasión por venir a estudiar, a investigar, La alegría de buscar y encontrar. Tenemos un pequeño subsidio estatal pero para sobrevivir se alquila la sala para ensayos, elencos y clases", plantea Pizarro, productora y directora del espectáculo 'Madame Sabo Cabaret'. En la obra una travesti narra una pasión amorosa de dos revolucionarios, una alemana y un brasileño, con estética del cabaret berlinés de los años de 1920.
Es un unipersonal del artista Max Accavallo. "Cuanta más crisis hay, más se recurre al teatro. Hay mucha resistencia. Es una experiencia surrealista. Nuestro país es un poco surrealista", reflexiona en un altillo, mientras se pinta, se acomoda una peluca y se enfunda una bata de seda.
Los sueldos de los artistas bajaron. Hacen falta 3 ó 4 trabajos para sobrevivir y de vez en cuando hacer publicidades o pequeños roles en TV y tampoco alcanza.
Sentada en un sillón de un cálido y florido patio, bañado por rayos de sol que atraviesan las claraboyas, una gloria del teatro, la actriz, autora y directora Helena Tritek explica que "hay una necesidad de expresarse, de hablar, contar historias y leyendas".
A los 78 años, quien estudió con Lee Strasberg en el Actors Studio de Nueva York dice que "el teatro de nuevo resiste, es casi milagroso". Contra viento y marea.
dm

sábado, 2 de noviembre de 2019


¿Qué preguntan en el mundo para entender al peronismo?

por Daniel Merolla

 ¿Cómo surgió el peronismo?

El peronismo nació en 1945, después de la llamada Década Infame del partido conservador. Fue una reacción al fraude electoral, los abusos patronales y los acuerdos comerciales con Inglaterra que condenaban al país a ser proveedor de materias primas.
Lo formaron decenas de miles de obreros emigrados a Buenos Aires desde las provincias. Eran mestizos que se unieron a hijos y nietos de inmigrantes europeos. Nació en una masiva movilización de trabajadores el 17 de octubre de aquel año. "Es un aluvión zoológico", lo despreció el diputado radical socialdemócrata Ernesto Samartino. Nacía también el antiperonismo.

- ¿Por qué la central obrera es peronista?

Los manifestantes reclamaban la liberación del entonces coronel Juan Perón, secretario de Trabajo en la dictadura del general Edelmiro Farrell. El dictador lo arrestó temeroso de su creciente poder por haber impulsado leyes y estatutos laborales, indemnizaciones por despido y vacaciones, entre otros derechos.
Los trabajadores idolatraban a Perón y lo llevaron tres veces a la presidencia. Por eso el peronismo logró arrebatarle el control de los sindicatos a los socialistas, anarquistas y comunistas. Desde entonces, la central obrera mayoritaria CGT responde al peronismo.
"Procedemos a poner de acuerdo al capital y al trabajo, tutelados ambos por la acción directiva del Estado", dijo Perón en un discurso histórico.

- ¿Es de izquierda o de derecha?

Es un movimiento nacional y popular policlasista. Engloba a diferentes ideologías. El ideario peronista defiende la industrialización, el control de las exportaciones, el Estado fuerte, la salud y educación públicas, los subsidios sociales, la neutralidad internacional y la integración política y comercial sudamericana.
De su seno surgieron en los años 1960 y 1970 expresiones extremas: la guerrilla de los Montoneros y a la vez la organización paramilitar Alianza Anticomunista Argentina (Triple A).
"Lo primero que les pregunto a los extranjeros es si en sus países los fenómenos políticos son simples. ¿Es de izquierda o de derecha la rebelión catalana? ¿Y los chalecos amarillos de Francia?", afirma el antropólogo Alejandro Grimson.
Le preguntaron al artista plástico Daniel Santoro como explicaría el peronismo, por ejemplo, a un finlandés: "Hay algo indefinible, pero alimenta el deseo de goce, de felicidad". E incluye a personalidades históricas como el papa Francisco, porque es la doctrina social de la Iglesia de Juan XXIII, o al ídolo futbolero Diego Maradona, un rebelde y transgresor.
Contiene en su seno a un expresidente peronista neoliberal como Carlos Menem y a una centroizquierdista como Cristina Kirchner. Y es un caso atípico en Occidente al haber tenido dos presidentas, Isabel Perón y Cristina Kirchner, además de una líder espiritual que fue Evita Perón.
Ahora llegó el momento de Alberto Fernández, un centro-izquierdista que defiende como Kirchner políticas de aliento al consumo, salarios altos, industrialismo y derechos humanos.

¿El país sigue dividido entre peronistas y antiperonistas?

En campaña electoral, Macri reiteró la acusación histórica al peronismo de ser clientelista y populista. En contraste, Fernández asegura que el movimiento saca a Argentina de las crisis que provoca cada gobierno conservador.
Perón instaba a los empresarios a ceder poder económico para construir una sociedad de bienestar. Sus modelos eran la Francia y Suecia de posguerra. Pero generó un antiperonismo feroz.
El más grande escritor argentino de todos los tiempos, Jorge Luis Borges, llegó a decir que "los peronistas no son ni buenos ni malos, son incorregibles".
El antagonismo está vivo, pero también se lo puede ver con humor. Un periodista español le preguntó una vez a Perón cómo era el arco político argentino: "Mire en Argentina hay 30% de radicales (socialdemócratas), 30% de conservadores y otro tanto socialistas". "Pero ¿dónde están los peronistas?", le repreguntó. "¡Ah, no, peronistas somos todos!".