martes, 20 de octubre de 2020

 

Debut de la Selección en las eliminatorias a Catar-2022

 

Messi se envuelve en la albiceleste tras el psicodrama con el Barça

 

por Daniel Merolla

 

El capitán argentino deja atrás el trago amargo del folletín de su frustrada salida del club blaugrana cuando intentó marcharse sin papeles en regla y arrojándose a una piscina sin agua.

Ahora vuelve a probar suerte para jugar su quinto Mundial e intentar quebrar una racha sin títulos.

El goleador histórico de la albiceleste lo tiene claro: "El único sueño que me queda por cumplir es ganar un Mundial con la Selección". Un primer obstáculo se interpone porque el jueves otra vez le toca arrancar frente a un enigma.

Fue la Tricolor la que le dio soberano disgusto a la albiceleste en el debut de la Clasificatoria al Mundial de Rusia-2018, con un triunfo histórico por 2-0 en el estadio Monumental.

Lo que sentirán en el alma Messi y sus compañeros será no contar con el aliento y el fervor de los aficionados, en un estadio La Bombonera cuyo piso no temblará como siempre al compás de los saltos en las tribunas, vacías de pasión por la pesadilla del covid-19.

Argentina disputará la segunda fecha el martes próximo contra Bolivia en la altura de La Paz (3.600 metros) y Ecuador lo hará ante Uruguay en la Casa Blanca, con un protocolo aprobado en Quito para que haya hinchas.

 

- De memoria -

 

El joven DT argentino Lionel Scaloni (42 años), sin ninguna experiencia en clubes o selecciones, dio una sorpresa cuando renovó el plantel tras la desafortunada conducción de Jorge Sampaoli en el Mundial de Rusia-2018.

A grandes males, grandes remedios. Scaloni promovió una 'Joven Guardia' y le encontró la vuelta a rodear a Messi de otros intérpretes que no eran los amigos de la cancha y de la vida de La Pulga rosarina.

"Podemos decir que ya hay siete u ocho jugadores 'de memoria' que son la base. Y sólo tenemos un día de entrenamiento", ponderó el DT.

No estará el delantero Sergio 'Kun' Agüero (Manchester City), lesionado, e incluso, para esta doble fecha, Scaloni dejó afuera a Ángel 'Fideo' Di María, pese a que está jugando en alto nivel en el PSG francés.

"Que Messi tenga dos jugadores por delante para que pueda asistir, y sea profundo, no al pie. Nos dio resultado en la Copa América de Brasil-2019 (tercer puesto)", se ufanó el DT.

Uno de los favoritos de Scaloni es el volante Lucas Ocampos (Sevilla, España). "Tiene fuerza, técnica y gol, y ayuda en fase defensiva", lo elogió. Otros son Paulo Dybala (Juventus, Italia) y Lautaro Martínez (Inter, Italia).

Pero la cancha se le embarró porque los últimos encuentros dejaron un tendal de lesionados y algún contagiado de covid-19.

 

- Lo que merece Ecuador -

 

Debuta en la Tricolor el DT argentino Gustavo Alfaro, quien nunca había dirigido una selección. Es un hombre inclinado a cuidar más el resultado que a lanzarse al ataque.

"Estas 30 voluntades (el plantel) van a hacer el esfuerzo para poner a Ecuador en el lugar que Ecuador merece", dijo en un video en redes sociales.

Alfaro convocó al delantero Enner Valencia (Fenerbahce, Turquía) y al arquero Alexander Domínguez (Vélez argentino). El experimentado Christian 'El Zar' Noboa (Sochi, Rusia) estará ausente por problemas de logística, dijo la federación.

Sorprendió con las convocatorias al defensa Erick Ferigra (Torino, Italia) y José Carabalí (U. Católica, Chile).

El partido se jugará a las 21h10 (00H10 GMT), con el arbitraje de Roberto Tobar, asistido por Christian Schiemann y Claudio Ríos (terna de Chile), y las siguientes probables formaciones.

Argentina: Emiliano Martínez - Gonzalo Montiel, Lucas Martínez Quarta, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico - Rodrigo De Paul, Leandro Paredes, Lucas Ocampos - Lionel Messi, Lautaro Martínez, Marcos Acuña o Paulo Dybala. DT: Lionel Scaloni.

Ecuador: Alexander Domínguez - Pedro Perlaza, Franklin Guerra - Robert Arboleda, Angelo Preciado - Jhegson Méndez, Alan Franco, Junior Sornoza, Carlos Gruezo -  Enner Valencia y Michael Estrada. DT. Gustavo Alfaro.

 

 

 

Un penal y un triunfo sin luces ante Ecuador 1-0

 

...

Un gol de penal de Lionel Messi y aisladas ráfagas suyas fueron los únicos momentos luminosos del triunfo 1-0 de Argentina ante Ecuador en Buenos Aires en el inicio de la clasificatoria sudamericana al Mundial Catar-2022.

 

En un estadio La Bombonera vacío para prevenirse del covid-19, Messi, a los 13 minutos, clavó un zurdazo de penal, bien esquinado junto a un poste, aunque el guardameta Alexander Domínguez alcanzó a manotear la pelota.

"Es un año complicado para todo el mundo. Con la Selección intentamos darle una alegría a la gente con esta victoria, en una situación difícil (por la pandemia de covid-19), y más allá del juego, que no fue el que queríamos", dijo el capitán de la Selección.

Banderas de aliento al goleador histórico de la Albiceleste fueron colgadas en las tribunas y un sistema de 30 altavoces difundió grabaciones de estribillos entonados por la hinchada argentina, para poner al menos pasión de fantasía en un estadio huérfano de emociones en la cancha y en las gradas.

El DT argentino de la Tricolor, Gustavo Alfaro, manifestó su disconformidad con la sanción del tiro desde los doce pasos: "El partido se dispara con una jugada controvertida. Me deja muchas dudas. Honestamente no fue penal".

Argentina jugará el martes próximo frente a Bolivia en la La Paz (3.600 metros de altitud) y Ecuador recibirá a Uruguay en la también elevada Quito (2.850 metros).

 

- Lento y tedioso -

 

El partido fue un somnífero, ideal para dormir plácidamente. Los dos equipos presionaron sobre el poseedor de la pelota. Nadie armaba juego. Nadie se desmarcaba. A nadie se le prendía la lamparita, ni se le caída una idea.

Messi estuvo un tiempito intenso y después se apagó al no encontrar socios. No hubo ritmo ni frescura creativa en Rodrigo De Paul o Leandro Paredes.

En Argentina sólo aparecían los destellos del infatigable luchador Marcos Acuña. A veces aparecía amenazante en el área Lucas Ocampos, como en el penal que le cometió Pervis Estupiñán.

Ningún resplandor se podía esperar de un equipo conducido por el conservador Alfaro. Dejó a Enner Valencia como un solitario francotirador. Dispuso cinco mediocampistas y una muralla defensiva de camisetas tricolores. Todo el mundo a vigilar a Messi y a Lautaro Martínez.

El arquero argentino Franco Armani era espectador privilegiado salvo cuando pasó algunos sustos con apariciones sorpresivas de Erick Fenigra y Estupiñán.

Domínguez tampoco pasaba zozobras bajo los tres palos ecuatorianos, salvo cuando le tapó un tiro a quemarropa a Ocampos. Sus guardianes, Xavier Arreaga y Robert Arboleda, le pusieron candado al centro de la defensa. 

En la zona de creación ecuatoriana se vieron aislados chispazos de Ángel Mena y Renato Ibarra, pero a 40 metros de Armani. Demasiado lejos.

Los laterales argentinos Gonzalo Montiel y Nicolás Tagliafico lucieron atados en el fondo, sin proyección. El DT Lionel Scaloni no se mostró tampoco como hombre de arriesgar ante un rival que era un enigma. 

Por eso, como ya es rutina en Argentina, Lucas Martínez Quarta y Nicolás Otamendi se entretuvieron con pases inofensivos, sin hallar un destinatario en un equipo rígido como una tabla.

 

- Avances por inercia -

 

Tanto se aquietó Argentina que hizo adelantar por inercia a Ecuador. La Albiceleste hacía equilibrio en la cuerda floja. Alfaro se atrevió a incluir a Angelo Preciado, Gonzalo Plata, Romario Ibarra y Michael Estrada. Más audacia no se le podía pedir.

Las entradas de los ofensivos Eduardo 'Toto' Salvio y Lucas Alario no tuvieron más efecto que un fuego artificial. Argentina siguió pasiva y enredada en la telaraña ecuatoriana.

Para colmo hizo despertar a la Tricolor que atacó por momentos con cinco o seis hombres. Rondaba el fantasma del empate. Argentina terminó dominada.

El astro del fútbol Lionel Messi volverá a empuñar el bastón de mando de Argentina en camino al Mundial de Catar-2022, en el estreno de la Clasificatoria Sudamericana con Ecuador, selección que suele ser una caja de sorpresas.

 

 

Argentina es lo que es y anda siempre con lo puesto

 

 Argentina es lo que es y anda siempre con lo puesto, que no es otra cosa que el superdotado Lionel Messi rodeado de 10 voluntades con la ambición de llegar al Mundial de Catar-2022.

 

Al arrancar este jueves la clasificatoria sudamericana con un pálido triunfo 1-0 ante Ecuador en Buenos Aires, se volvió a ver la historia de siempre con la Albiceleste: ¿a qué juega?

Excusas para lo visto en el debut hay a granel. Hace casi un año que el equipo no se reunía. El covid-19 es una pesadilla que tiene en jaque al mundo. Hay lesionados, contagiados y excluidos.

La reflexión que hizo el capitán y goleador histórico está a la altura de la madurez de sus 33 años: "Es un año complicado y lo que intentamos fue darle una alegría a la gente, en una situación difícil, y más allá del juego, que no fue el que queríamos".

Más sensato imposible. Al cabo, Messi no es un crítico, es el líder. Una vez más, como en los últimos 4 mundiales, no le ha esquivado el bulto a ese sueño que parece utopía. Quiere ganar la Copa del Mundo antes del retiro.

¿Puede hacerlo jugando así la Albiceleste?

 

- Un penal y chau -

 

En los primeros minutos el ídolo encendió la máquina a todo trapo. Combinó pases con Leandro Paredes, Lautaro Martínez y Lucas Ocampos.

En las tribunas de una Bombonera triste y vacía de pasión futbolera, el viento agitaba banderas de aliento y se oían grabaciones de hinchas cantando a coro "Olé, Olé, Messi, Messi". Patético, pero acorde a los tiempos de pandemia.

Clavó el penal a los 13 minutos de iniciado el partido y al ratito se aburrió. Apenas aparecía por ráfagas, lejos del arco.

El DT Lionel Scaloni, exitoso al menos en armar una 'Joven Guardia' albiceleste, le encontró una explicación: "En la semana perdimos (por lesión) a un jugador que consideramos clave por la izquierda, como Giovani Lo Celso".

"Hubo solidez, sacrificio y que no te hagan un gol es importante. El balance es que se ganó", justificó Scaloni, sin que le falte algo de razón.

En la convocatoria dejó afuera a un amigo de Messi dentro y fuera de la cancha, Ángel 'Fideo' Di María, pese a que estuvo haciendo maravillas en el PSG francés. Otro compadre del rosarino, Sergio 'Kun' Agüero, está lesionado.

Messi no parece incómodo con la nueva camada, que tiene frescura y atrevimiento. ¿Entonces, qué?

 

- Más marca que inspiración -

 

El diario deportivo Olé ensayó una explicación: "La Selección dejó una mejor imagen sin la pelota que con ella. El doble cinco Rodrigo De Paul-Paredes, parado a la misma altura, más la ausencia de alguien que rompiera al espacio, hizo que escasearan líneas de pases y elaboración".

"Messi quedaba como el hombre más adelantado de Argentina y Lautaro retrocedía para presionar al volante central ecuatoriano. Marcos Acuña y Ocampos se cerraban", analizó el diario.

¡Justo lo que Scaloni dijo que no debía pasar! En declaraciones previas había planteado que Messi debe tener adelante a dos hombres para "darles pases profundos, no al pie". Así no hay esquema que aguante.

Ahora enfrenta ante Bolivia el martes uno de los traumas de los argentinos: los 3.600 metros de la altura de La Paz.

Argentina hoy es lo que es. Y se parece mucho a lo que fue en los últimos años. Progresó con la promoción de caras nuevas, con hambre de gloria. Pero no le encuentra socios a Messi o bien lo hace sólo por un tiempito. Demasiado poco.

 

 

 

 

 

Argentina se elevó en la altura y respiró mejor

 

Argentina se oxigenó donde le suele faltar el aire, en la altura de La Paz, al vencer a Bolivia 2-1, con las pinceladas de genio de Lionel Messi, mejor acompañado en la aventura premundialista de Catar-2022.

 

La Albiceleste buscaba socios para el capitán y goleador histórico. A 3.600 metros sobre el nivel del mar encontró a Lautaro Martínez (Inter, Italia), Exequiel Palacios (Bayer Leverkusen, Alemania) y Joaquín Correa (Lazio, Italia).

Demasiadas dudas había creado el debut vacilante ante Ecuador (1-0), con un penal del delantero del FC Barcelona. Fueron nada más que 20 primeros minutos de motores encendidos. No se mostró una idea de juego. No se pudo saber a qué juega la Selección.

El panorama era sombrío porque la altura paceña es un fantasma para los argentinos. Para colmo, en los primeros minutos con hegemonía boliviana empezó a rondar otro espectro: el de la goleada 6-1 en las eliminatorias al Mundial de Sudáfrica-2010, con Diego Maradona al mando en el banco y Messi extraviado en la cancha.

El cabezazo a la red de Marcelo Martins, descuidado por los centrales en un centro anunciado, parecía reflotar la pesadilla. Empezaba a pesar como una carretilla llena de plomo los 15 años de Argentina sin poder ganar en el Hernando Siles.

 

- Sed de gloria -

 

Pero si algo cambió en los últimos dos años, después de la dolorosa eliminación en el Mundial de Rusia-2018, fue la aparición de una 'Joven Guardia' que tiene hambre de campeón y no le escapa al sacrificio en los peores momentos.

"Fuimos el equipo que dominó, que sabía a lo que jugaba", se entusiasmó el DT Lionel Scaloni, como si respondiera a las críticas del primer encuentro.

La guapeada de Martínez para meter la pierna y provocar un rebote goleador frente a un torpe rechazo, más la precisión quirúrgica de Correa para clavar junto a un poste un pase generoso del 'Torito', llevaron a la Argentina a sumar puntaje ideal.

Un acierto de Scaloni fue la inclusión de Palacios, quien extrañamente vegeta relegado al banco de suplentes del Leverkusen. Demostró ser otro buen intérprete para el juego de circulación de pelota al pie y al vacío que necesita Messi para prender su máquina de pasar rivales como a postes.

Es otro caso raro el de Scaloni. Es el seleccionador porque le dijo que sí a la dirigencia del fútbol argentino en uno de los peores momentos que se recuerden. El santafesino no había dirigido antes ni siquiera a un equipo de segunda o tercera división, salvo un paso fugaz al frente de una selección juvenil en un torneo en España.

Scaloni llegó por descarte. Se habían negado a tomar esa brasa candente conductores de lustre internacional como Diego 'Cholo' Simeone, Marcelo Gallardo y Mauricio Pochettino.

Su idea no es mala. "Que Messi tenga dos jugadores por delante para que pueda asistir, y sea profundo, no al pie. Nos dio resultado en la Copa América de Brasil-2019 (tercero)", sintetizó su filosofía ofensiva.

 

- No soñar en vano -

 

El mayor desafío que enfrentan Messi, Scaloni y compañía es devolverle a la Selección la identidad que supo tener en los mejores 20 años de su historia internacional, entre 1974 y 1994. Ganó dos Copas del Mundo, un subcampeonato y lo último fue la Copa América Ecuador-1993. Desde entonces se quedó en el lado oscuro de la Luna.

Ya no tiene defensores que hagan temblar a los atacantes como Daniel Passarella u Oscar Ruggeri. Ni a nada parecido a Maradona, Mario Kempes o Gabriel Batistuta.

Debe conformarse con lo que tiene, que no es poco pero tampoco es mucho. No puede construir castillos en el aire con sus seis puntos en la eliminatoria más dura, la de Sudamérica. Al menos recibió una bocanada de aire en el lugar menos pensado.