miércoles, 9 de diciembre de 2020

 Último adiós a Sabella, el DT de bajo perfil que llevó a Argentina a la final de Brasil-2014

 

Alejandro Sabella fue un DT amante de las cábalas, obsesivo planificador del juego, hombre cerebral, sin alharacas y de tan bajo perfil que nadie creía en él antes de llevar a Argentina a la final del Mundial Brasil-2014.

Así como llegó, en silencio, se fue. Era tan puntilloso en montar sus sortilegios para ganar partidos como empeñado en evitar la exposición pública. No estaba cómodo en las conferencias de prensa, pero aprendió a usarlas.</p>

"Soy una persona equilibrada y me gustan los equipos equilibrados", dijo una vez para autodefinirse y a la vez pregonar su manera de ver y sentir el fútbol, cuestionada en los prolegómenos del Mundial brasileño.</p>

A la tierra brasileña llevó sus rituales. "Tengo un montón de cábalas. La mente humana tiene vericuetos que aún nadie pudo descifrar. Dentro de ese misterio yo encuadro a las cábalas. Pero estoy convencido de que sin trabajo, esfuerzo, constancia, pero sobre todo laburo (trabajo) día a día, no se llega a ningún lado", contaba una vez en una entrevista.</p>

En Brasil, Argentina tenía un potencial ofensivo temible, con Lionel Messi, Sergio Agüero, y compañía. Pero la gente no confiaba. El equipo no rendía y 'La Pulga' exitosa hasta el cansancio en FC Barcelona no lograba llevar su magia a la Selección.</p>

 

- Polémicas -

 

Polémicas y cierto pesimismo se instaló en la calle, en las tribunas. Es un país que vive el fútbol con pasión implacable. Y los problemas de pronto se le metieron en el vestuario del Mundial. Tuvo que cambiar su táctica conservadora, cuidadosa, por críticas que aparecieron entre los mismos jugadores.</p>

Había sido un discípulo de Carlos Bilardo, DT ganador de un Mundial, en México-1986 y subcampeón en Italia-1990. Sabella nació al fútbol en Estudiantes de La Plata, el club amado por Bilardo y con esa camiseta fue campeón como jugador, con 'el Narigón' como DT.</p>

Al final se salió con la suya en Brasil-2014. La Albiceleste escaló posiciones con un estilo extremadamente cauteloso pero el exitismo es tan poderoso como el frenesí de las críticas. Llegar al partido decisivo con Alemania borró las discusiones.</p>

Argentina no respetó su identidad histórica de protagonismo en la cancha contra Alemania. Pero le pudo ganar en tres ocasiones claras echadas a perder. Perdió con dignidad 1-0 y la Selección fue recibida con cariño por los hinchas. Fue la revancha de Sabella.</p>

Pronto se alejó del puesto sin dar demasiadas explicaciones. El sucesor, Gerardo 'Tata' Martino, lo elogió de pies a cabeza y hasta mantuvo su base de jugadores.</p>

 

- En familia -

 

Siempre fue una persona dedicada a su familia. Tuvo dos hijas de su primer matrimonio y un hijo y una hija del segundo. Hay entre ellos una bailarina, una abogada, una contable, toda gente de cultura y estudio.</p>

"Soy muy familiero. Cuando no estoy entrenando me gusta quedarme en casa a ver televisión, especialmente series y películas que tengan que ver con la política y la historia. Y si estoy con mi esposa también veo algunas románticas", relataba.&nbsp;</p>

Con un reservado aire de intelectual, se definía en política como "un hombre progresista". Era peronista. Aparecía allí su lado rebelde y transgresor. Forjó sus ideas en épocas duras, de violentos enfrentamientos. Quiso ser abogado.</p>

Nacido el 5 de noviembre de 1954, no tuvo padecimientos económicos y pudo soñar con ser médico, aunque estudió abogacía.</p>

"Eramos de clase media. Nunca tuve que trabajar de otra cosa, pero la plata tampoco sobraba", recordaba.</p>

 

- 'Pachorra' -

 

Como futbolista se ganó su apodo de 'Pachorra'. Es la palabra que define en Argentina a quien es un poco haragán y un poco lento. Con esa personalidad impuso su técnica exquisita, una visión del campo de buen volante creativo y exponente del típico ADN futbolero argentino.</p>

Frases como "tenemos que ser humildes" y "todos los rivales son difíciles" fueron una marca de fábrica de su época de jugador y de entrenador también.</p>

"Tenemos que tener siempre los pies sobre la tierra", afirmaba. Hombre sereno, se tomaba su tiempo. Pero también era verlo impaciente tras la raya de cal y adivinar que era de aquellos a los cuales "la procesión les va por dentro".</p>

Fue ayudante de campo del temperamental Daniel Passarella en la selección argentina, la de Uruguay, el Parma italiano, el Monterrey mexicano, el Corinthians brasileño y River Plate argentino.</p>

Como DT de los 'Pincharratas' estudiantiles fue campeón de la Copa Libertadores. Como jugador pasó por Sheffield United y Leeds de Inglaterra y Gremio de Brasil.</p>

dm/pb

martes, 1 de diciembre de 2020

 Diego Armando Maradona: La revolución en camiseta 

por Daniel Merolla 

 

El poeta de la zurda 

Diego Armando Maradona fue uno de los mejores futbolistas de la historia, con una vida alterada por escándalos, sin jamás dejar de ser admirado en todo el mundo, así como el mayor ídolo deportivo de los argentinos. 

Maradona fue al fútbol como un Van Gogh a la pintura o un Mozart a la música. Como mito trágico de la argentinidad alcanzó la adoración de otros destinos truncados: Gardel, Evita y, El Che, aunque hubo tantos otros en el deporte, el arte y la política que mejor no deprimirse con la lista. 

Su apellido cobró popularidad planetaria y se situó en un Olimpo junto a Pelé, Cruyff, Di Stéfano y Messi, según encuestas de prensa y de la FIFA. 

Entre 1976 y 1997 disputó 724 partidos y anotó 358 goles. Llegó a la cima al ganar el Mundial de México-1986. 

- Origen villero - 

Nació el 30 de octubre de 1960 en la villa miseria (barrio marginal) de Fiorito, en la periferia sur de Buenos Aires. Nunca renegó de su origen. 

Se inició en 'Los Cebollitas' infantiles de Argentinos Juniors y debutó en primera a los 15 años, en 1976. Con la camiseta de los Bichos Colorados marcó 116 goles. 

En la selección mayor, Maradona jugó 91 partidos y marcó 34 goles. Fue campeón mundial juvenil sub-20 en Japón-1979. 

En 1981 ganó el campeonato para su club favorito, Boca Juniors, con 28 goles. Jugó lesionado el Mundial de España-1982 y Argentina fue eliminada. 

- Verdugo de Inglaterra - 

Disputó cuatro mundiales de mayores. En México-1986 fue campeón y marcó dos goles célebres a Inglaterra (2-1), uno con "la mano de Dios" y otro elegido el Gol del Siglo. 

Fue subcampeón en Italia-1990. En Estados Unidos-1994 tuvo un control de dopaje positivo. Sin el capitán, Argentina fue eliminada. En 1991, otro control antidopaje le había dado cocaína. 

En 1982 pasó a FC Barcelona. Marcó 32 goles y conquistó la Copa del Rey y la Copa de la Liga española. 

Transferido al Nápoles de Italia marcó 115 goles. Ganó las Ligas de 1986/1987 y 1989/1990, además de la Copa Italia 1987, la Supercopa 1990 y la Copa de la UEFA de 1989. Se convirtió en ídolo histórico del club. 

- Amor y política - 

Casado en 1989 con su novia de la adolescencia, Claudia Villafañe, tuvo dos hijas, Dalma y Gianinna. 

Pero su vida íntima fue un folletín. Tuvo que reconocer al menos tres paternidades extramatrimoniales. 

Apoyó a movimientos populares y progresistas. Fundó un sindicato de futbolistas, se enfrentó a la FIFA y lideró una gran marcha contra el expresidente estadounidense George W. Bush en Argentina. Cultivo amistades con líderes populares y revolucionarios de Latinoamérica: Fidel Castro, Evo Morales, Hugo Chavez, Néstor y Cristina Kirchner. “Todo lo hago con laz zurda”,decía. 

Jugó en el Sevilla de España y Newell's de Argentina. Volvió a Boca, donde colgó los botines. 

Atravesó graves crisis de salud, incluso al borde de la muerte por sus adicciones. Se recuperó en Cuba. Fue también exitoso animador de TV. 

- Regreso con gloria - 

El partido homenaje lo tuvo en una colmada Bombonera. Cumplió su sueño de dirigir la selección argentina pero se marchó al ser eliminada en los cuartos de final en el Mundial de Sudáfrica-2010. 

Dirigió al Al Wasl y Al Fujairah de Emiratos Árabes, y a Dorados de Sinaloa en México, sin ganar títulos, hasta que en 2019 Gimnasia La Plata lo trajo de vuelta al país donde volvió a ser idolatrado en todas las cancha 

 

Remolinos afectivos 

Un matrimonio con su novia de la adolescencia, en el que tuvo dos hijas adoradas, batallas legales, turbulentas peleas familiares y una lista de otros hijos reconocidos poco a poco conformaron la vida afectiva y familiar del fallecido astro del fútbol Diego Maradona. 

Al principio fue armónica la relación con su esposa, Claudia Villafañe, madre de Dalma y Gianinna. 

Al paso de los años se conocieron las aventuras amorosas, junto con la droga, las fiestas y los desbordes emocionales. 

La justicia probó que fue padre de dos varones y una mujer con distintas mujeres, y que al menos hay un puñado de posibles vástagos bajo investigación, todo en medio del naufragio de su matrimonio. 

- Amores y rupturas - 

Maradona mantuvo siempre un fuerte compromiso afectivo con sus padres, 'Don' Diego Maradona y Dalma Salvadora 'La Tota' Franco, oriundos de la empobrecida provincia de Corrientes (nordeste). Jamás se olvidó de ayudar a sus siete hermanos. 

Nació y pasó su infancia en Fiorito, una villa miseria (barrio de emergencia) al sur de la capital. Sus hermanos fueron Ana, Rita, Elsa, Rosa, Raúl, Hugo y Claudia. 

Sus hermanos Raúl ('Lalo') y Hugo ('El turco') intentaron seguir sus pasos. 'Lalo' llegó a jugar en Deportivo Municipal de Perú. Con la camiseta de Toronto de Canadá actuó en fútbol de salón. 

'El Turco' fue un trotamundos del fútbol. Pasó por Ascoli (Italia), Rayo Vallecano (España), Rapid Viena (Austria), Future Shizuoka y Fukuoka Blux(Japón), entre otros clubes. Jugó también en selecciones juveniles argentinas. 

En 1977, un año después de su debut en primera, Maradona conoció a Villafañe en un local bailable. Doce años más tarde, en el clímax de su trayectoria, se casaron y lo celebraron con toda pompa y derroche, en el estadio Luna Park de Buenos Aires, con 1.200 invitados. 

"Si los novios de mis hijas las hacen llorar dos o tres veces van a tener un accidente", amenazaba como prueba de su devoción por las jóvenes, emocionado hasta las lágrimas. 

Después del divorcio con Villafañe, la acusó ante la justicia de "ladrona" de bienes y recuerdos suyos. La relación con su hijas se enfrió hasta llegar a la ruptura. 

"Dalma y Gianinna eligieron estar con quien no es un buen ejemplo de madre", dijo al cambiar de idea sobre ambas. 

Villafañe dijo que la denuncia de su exmarido era "una difamación". El entuerto legal duró años y la mujer recibió un fallo en su contra, pero el caso siguió abierto por las apelaciones. 

- Parejas y paternidad - 

La italiana Cristiana Sinagra denunció en la justicia que Maradona era el padre de su hijo, Diego 'Junior' Los análisis de ADN le dieron la razón y ordenaron el pago de sustento económico. 

Tuvieron que pasar años hasta que el astro reconociera a Junior en lo afectivo, cuando el joven, un jugador de fútbol playa, participó de un concurso de baile en Argentina. 

Otro juicio que declaró su paternidad fue el iniciado por Valeria Sabalaín, otra de sus amantes y madre de Jana Sabalaín, a quien se otorgó el derecho a usar el apellido Maradona. 

Pese a una separación de hecho, fue Villafañe quien lo asistió junto al lecho de enfermo cuando estuvo hospitalizado en 2004 al borde de la muerte. 

Una pareja estable formó durante nueve años con Verónica Ojeda, una profesora de educación física. De la unión nació Dieguito Fernando. 

Dalma Maradona acusó una vez a Ojeda de usar "fotos trucadas" como manipulaciones para que su padre se enemistara con sus dos primeras hijas. Dalma y Verónica se detestaban. 

Cuando Ojeda estaba embarazada, Maradona rompió el vínculo e inició otro con Rocío Oliva, una exfutbolista con la cual convivió durante seis años. 

"Hay pequeñas cosas que me hicieron decir que (Maradona) 'no es la persona con la que yo quiero o merezco estar'", declaró una vez Oliva. 

- ¿Hijos cubanos? - 

Un día el abogado del excapitán albilceleste, Matías Morla, causó sorpresa al asegurar que "hay otros tres hijos y quizás un cuarto, en Cuba", de los tiempos en que residía en la isla para su rehabilitación. 

Incluso dio los nombres de dos mujeres, Joana y Lu, y de dos varones, uno de ellos Javielito y otro que se llamaría Harold. 

En medio del río revuelto también surgieron otras declaraciones públicas de supuestas paternidades, pero hasta el momento sin asidero. 

Son los casos de Santiago, un joven hijo de Natalia Garat, ya fallecida, y de Magalí, adoptada de chiquita, hasta que su madre biológica, en un reencuentro, le dijo que el padre era Diego. Magalí inició una demanda judicial de filiación. 

 

Difícil manejarle las cuentas 

Manejar las cuentas y los negocios de Diego Maradona, fallecido este miércoles a los 60 años, fue una misión delicada para apoderados que eran sus amigos hasta que la relación se rompía con discusiones y peleas ventiladas en los medios. 

El 'Pelusa' tuvo fuertes ganancias en su carrera, pero las sumas suenan casi ridículas comparadas con el dinero que embolsa actualmente un deportista de élite. 

Al final del camino no sufría necesidades económicas, pero su herencia lejos estaba de reflejar el esplendor de la trayectoria. El astro se quejaba de las malas administraciones de sus sucesivos representantes, Jorge Cyterszpiller y Guillermo Cóppola. 

"Estoy 'muerto' (dolido) porque le di mi vida a Guillermo y me equivoqué. Se quedó con mucha plata mía y no lo voy a permitir. Él, que tiene este dinero, se lo deberá devolver a mis gordas (sus hijas, Dalma y Giannina). Le di un poder a alguien que creía mi amigo y no me respondió como me había prometido", expresó una vez, desilusionado. 

Cóppola, un exempleado de banco e intermediario en pases de jugadores, carismático y polémico, se convirtió con los años en personaje mediático de la TV como gran conversador y contador de anécdotas. 

El exjugador le reclamaba el pago de dos millones de dólares, por diversos ingresos, entre ellos por el recordado partido homenaje en La Bombonera en 2001, cuando pronunció su famosa frase: "Me equivoqué, y pagué, pero la pelota no se mancha". 

Cóppola acompañaba a Maradona a sol y a sombra, eran inseparables. Incluso el ídolo le dio su apoyo cuando el administrador estuvo en prisión acusado de tenencia de drogas. 

"Todas las cosas que yo tenía se las di a él. Me di cuenta de que (Cóppola) me mintió durante muchos años", declaraba el exfutbolista fallecido este miércoles de un paro cardíaco a sus 60 años. 

Cóppola reemplazó en su momento a su primer apoderado y amigo, Jorge Cyterszpiller, a quien conoció cuando el astro jugaba en las divisiones juveniles de Argentinos Juniors. 

Con Cyterszpiller habían creado en 1980 una empresa para explotar la imagen del ídolo. 

Pero en 1984 se produjo la ruptura. En su autobiografía, Maradona cuenta que "a Cyterszpiller le había ido tan mal con los números que estábamos en cero, quebrados, con deudas". 

La relación con Cóppola se interrumpió entre 1990 y 1995 cuando el exDT contrató al empresario futbolístico Juan Marcos Franchi. 

Otro administrador temporario fue el empresario uruguayo Oldemar Barreiro Laborde, quien mencionaba la descapitalización sufrida por Maradona. 

Sin miedo a los poderosos de la FIFA 

Rebelde y transgresor, Diego Maradona, quien falleció este miércoles a los 60 años de un paro cardíaco, enfrentó sin miedo a los poderosos jefes de la FIFA, a los que llegó a tildar de "mafiosos", "ladrones", "dictadores" e "ignorantes". 

A quien más combatió fue a Joseph Blatter, a quien acusaba de corrupto, cuando casi todos callaban y el suizo lejos estaba aún de ser destronado por graves delitos. 

"Hay dentro de la FIFA una anarquía total. Hay un solo hombre que decide todo y no sabe absolutamente nada, un ignorante", lo atacaba Maradona en declaraciones públicas. 

En campaña para desalojarlo del puesto de mandamás de la FIFA, manifestó: "Le ha hecho mucho daño al fútbol". 

"Ha sabido rodearse de ladrones. Blatter le enseñó a robar a (el francés Michel) Platini", otro involucrado en el escándalo de corrupción FIFA-Gate, señalaba el excapitán albiceleste fallecido este miércoles de un paro cardíaco a los 60 años. 

En aquellos tiempos, Maradona respaldaba el nombramiento en la FIFA del príncipe Ali bin Al Hussein de Jordania. Incluso aspiraba a un puesto de vicepresidente, pero el príncipe Ali retiró su candidatura. 

"Blatter es un dictador vitalicio. Carece de la inspiración y la pasión que se encuentran en el mismo corazón del fútbol", decía el exjugador. 

Al elevar el tono de la acusación, repudiaba "la admiración enferma que existe por Blatter, al igual que la que se le otorga a un antiguo jefe de la mafia que se las ha arreglado para permanecer fuera de la cárcel". 

- Nada de "nietito" - 

Su primer enfrentamiento fue con el brasileño Joao Havelange, a raíz de la hora del mediodía fijada para algunos partidos del Mundial de México-1986, bajo un sol abrasador y temperaturas extremas. 

Para reforzar su cruzada de aquel momento, Maradona formó un sindicato de futbolistas. 

"Havelange jugó al waterpolo, no puede hablar de fútbol", le criticaba. El brasileño respondía: "Este chico nunca estuvo en sus cabales". 

Havelange intentaba a veces suavizar la relación y lo trataba de "hijo" o "nieto". 

El exfutbolista, le respondía con dureza: "Tenemos orígenes diferentes. La relación es imposible, por más que diga que me quiere como a un hijo, nieto o bisnieto". 

"Mi viejo (padre) es un santo al lado de este tipo", lo rechazaba. 

El vínculo parecía mejor con Gianni Infantino. Incluso el ítalo-suizo lo nombró colaborador. 

Pero después también se enemistó. "Le mandé una carta a Infantino porque desde que se fue Blatter no cambió nada. Hay falta de respeto total. Ahora sí voy a empezar a decir lo que pienso de la FIFA 'nueva'". 

 

Jugar no es igual a dirigir desde afuera 

Diego Maradona, quien falleció este miércoles de un paro cardíaco a los 60 años, descubrió con amargura, después de colgar los botines, que ser un futbolista genial no significó convertirse automáticamente en un director técnico exitoso. 

Tanta fue su pasión por el mundo del fútbol y su confianza a toda prueba que se lanzó a ser director de orquesta también fuera de la cancha. La experiencia tuvo un sabor agridulce. 

- La llegada del 'Mesías' - 

En una de sus últimas etapas, como entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata aceptó el desafío casi milagroso de salvarlo del descenso a segunda división. Volvió a pisar las canchas argentinas tras un irregular periplo internacional. 

"Vamos a trabajar con alma y vida", dijo al asumir en la ciudad platense, a 60 km al sur de Buenos Aires, en medio de una explosión popular de fervor, cariño y adoración por el ídolo. 

Más que un Lobo, como le dicen a Gimnasia, parecía una Caperucita atribulada por el temor a la pérdida de la categoría. La contratación del 'Diego de la gente' se vivió como la llegada de un Mesías. 

En menos de una hora después del anuncio, miles de hinchas 'triperos', otro apodo del club, pedían sus carnés de socios. 

"No va a haber un solo estadio que no esté feliz de que Diego esté en la cancha", opinaba el director de selecciones nacionales, César Menotti y exentrenador del ídolo. 

La predicción se hizo realidad y no hubo estadio donde no fuera ovacionado, recibido como una gloria y coreado el tradicional cantito de 'Maradooo...'. 

El equipo, de bajísimo nivel, sintió el impacto. Remontó posiciones pero seguía en la cuerda floja hasta que la pandemia del coronavirus acabó con el torneo y la Liga eliminó por decreto los descensos. 

- El 'Mariachi' de las pampas - 

 

El excapitán albiceleste venía de conducir a Dorados de Sinaloa, de la segunda división de México. 

Al llegar al club mexicano admitía: "No va a ser fácil ascender. Vamos a necesitar la colaboración de los jugadores". Estuvo a un paso de lograrlo pero la suerte le fue esquiva, con una cosecha no tan mala de 18 triunfos, 10 empates y 7 derrotas.  

Su trayectoria en el banco había comenzado en 1994, enseguida de su retiro, con el modestísimo Mandiyú de la provincia de Corrientes, la nordestina tierra de la yerba mate, por aquel entonces en primera división. 

En el club correntino tuvo un registro de 6 empates, 5 derrotas y una sola victoria. Se marchó desilusionado. 

Apareció luego el contrato para dirigir a un grande de Argentina, Racing Club. Fue otra experiencia de corto vuelo: 3 derrotas, 6 empates y dos triunfos. 

- Su amor albiceleste - 

Crisis de salud y una vida íntima turbulenta volvieron a alejarlo de los estadios. Pero su perseverancia era a prueba de balas. 

Lo que tanto había soñado, dirigir a su Selección, se hizo realidad cuando se alejó Alfio Basile, en 2008. 

"Esto de la selección nos tiene despiertos, emocionados, cerca del cielo. Esto es tocar el cielo con las manos", afirmaba. 

Su diagnóstico era duro: "La Selección es un Rolls Royce lleno de tierra, hay que limpiarlo". 

Al asumir dijo: "Esto es un sueño cumplido. Estoy tranquilo de poder transmitir lo que es sentir la camiseta argentina". 

Argentina logró con angustia y el último aliento la clasificación al Mundial de Sudáfrica-2010. La esperanza igual estaba intacta con Lionel Messi en la escuadra. 

Fue Maradona quien logró que el rosarino se ensamblara con el equipo. Y por primera vez le hizo lucir el brazalete de capitán. Le transmitió su autoridad histórica. 

La campaña mundialista tropezó con el poder de Alemania y un mal planteo táctico. Un doloroso 4-0 los despidió en cuartos de final. 

"Tenemos claro que hemos tenido aciertos y errores como todo el mundo. Estuve de luto, me duele en el alma", dijo al volver a Buenos Aires. Había arreglado su renuncia. 

 

Renació en una impensada experiencia asiática. En la temporada 2011-2012 dirigió al Al Wasl. 

"He estado pensando en diferentes métodos de entrenamiento y en nuevas estrategias y ya quiero empezar a implementarlos en la cancha", dijo al asumir. 

Dejó el puesto con un balance de 11 victorias, tres empates y 9 derrotas. 

No se fue, se radicó en Emiratos Árabes. Primero como embajador deportivo y luego como DT de Al Fujairah, de la segunda división. 

Tuvo una buena campaña como entrenador. Ganó 7 de 11 partidos. Estuvo a punto de ganar el ascenso directo. 

A todos lados donde iba, se movía como un rockstar rodeado de multitudes. Hasta lo nombraron en 2018 presidente honorario del Dinamo Brest bielorruso, pero el fútbol de su país pudo más y volvió a Argentina donde este miércoles falleció a sus 60 años.  

El banquillo de Gimnasia y Esgrima queda en la leyenda que inicia con la muerte del ídolo como el banquillo del adiós. 

Diego Maradona descubrió con amargura, después de colgar los botines, que ser un futbolista genial no significó convertirse automáticamente en un director técnico exitoso. 

Tanta fue su pasión por el mundo del fútbol y su confianza a toda prueba que se lanzó a ser director de orquesta también fuera de la cancha. La experiencia tuvo un sabor agridulce. 

- La llegada del 'Mesías' - 

En una de sus últimas etapas, como entrenador de Gimnasia y Esgrima La Plata aceptó el desafío casi milagroso de salvarlo del descenso a segunda división. Volvió a pisar las canchas argentinas tras un irregular periplo internacional. 

"Vamos a trabajar con alma y vida", dijo al asumir en la ciudad platense, a 60 km al sur de Buenos Aires, en medio de una explosión popular de fervor, cariño y adoración por el ídolo. 

Más que un Lobo, como le dicen a Gimnasia, parecía una Caperucita atribulada por el temor a la pérdida de la categoría. La contratación del 'Diego de la gente' se vivió como la llegada de un Mesías. 

En menos de una hora después del anuncio, miles de hinchas 'triperos', otro apodo del club, pedían sus carnés de socios. 

"No va a haber un solo estadio que no esté feliz de que Diego esté en la cancha", opinaba el director de selecciones nacionales, César Menotti y exentrenador del ídolo. 

La predicción se hizo realidad y no hubo estadio donde no fuera ovacionado, recibido como una gloria y coreado el tradicional cantito de 'Maradooo...'. 

El equipo, de bajísimo nivel, sintió el impacto. Remontó posiciones pero seguía en la cuerda floja hasta que la pandemia del coronavirus acabó con el torneo y la Liga eliminó por decreto los descensos. 

- El 'Mariachi' de las pampas - 

 

 

 

El excapitán albiceleste venía de conducir a Dorados de Sinaloa, de la segunda división de México. 

Al llegar al club mexicano admitía: "No va a ser fácil ascender. Vamos a necesitar la colaboración de los jugadores". Estuvo a un paso de lograrlo pero la suerte le fue esquiva, con una cosecha no tan mala de 18 triunfos, 10 empates y 7 derrotas.  

Su trayectoria en el banco había comenzado en 1994, enseguida de su retiro, con el modestísimo Mandiyú de la provincia de Corrientes, la nordestina tierra de la yerba mate, por aquel entonces en primera división. 

En el club correntino tuvo un registro de 6 empates, 5 derrotas y una sola victoria. Se marchó desilusionado. 

Apareció luego el contrato para dirigir a un grande de Argentina, Racing Club. Fue otra experiencia de corto vuelo: 3 derrotas, 6 empates y dos triunfos. 

- Su amor albiceleste - 

Crisis de salud y una vida íntima turbulenta volvieron a alejarlo de los estadios. Pero su perseverancia era a prueba de balas. 

Lo que tanto había soñado, dirigir a su Selección, se hizo realidad cuando se alejó Alfio Basile, en 2008. 

"Esto de la selección nos tiene despiertos, emocionados, cerca del cielo. Esto es tocar el cielo con las manos", afirmaba. 

Su diagnóstico era duro: "La Selección es un Rolls Royce lleno de tierra, hay que limpiarlo". 

Al asumir dijo: "Esto es un sueño cumplido. Estoy tranquilo de poder transmitir lo que es sentir la camiseta argentina". 

Argentina logró con angustia y el último aliento la clasificación al Mundial de Sudáfrica-2010. La esperanza igual estaba intacta con Lionel Messi en la escuadra. 

Fue Maradona quien logró que el rosarino se ensamblara con el equipo. Y por primera vez le hizo lucir el brazalete de capitán. Le transmitió su autoridad histórica. 

La campaña mundialista tropezó con el poder de Alemania y un mal planteo táctico. Un doloroso 4-0 los despidió en cuartos de final. 

"Tenemos claro que hemos tenido aciertos y errores como todo el mundo. Estuve de luto, me duele en el alma", dijo al volver a Buenos Aires. Había arreglado su renuncia. 

Renació en una impensada experiencia asiática. En la temporada 2011-2012 dirigió al Al Wasl. 

"He estado pensando en diferentes métodos de entrenamiento y en nuevas estrategias y ya quiero empezar a implementarlos en la cancha", dijo al asumir. 

Dejó el puesto con un balance de 11 victorias, tres empates y 9 derrotas. 

No se fue, se radicó en Emiratos Árabes. Primero como embajador deportivo y luego como DT de Al Fujairah, de la segunda división. 

Tuvo una buena campaña como entrenador. Ganó 7 de 11 partidos. Estuvo a punto de ganar el ascenso directo. 

A todos lados donde iba, se movía como un rockstar rodeado de multitudes. Hasta lo nombraron en 2018 presidente honorario del Dinamo Brest bielorruso, pero el fútbol de su país pudo más y volvió a Argentina donde este miércoles falleció a sus 60 años.  

El banquillo de Gimnasia y Esgrima queda en la leyenda que inicia con la muerte del ídolo como el banquillo del adiós. 

 

El día que Maradona tocó a Messi con la mano de Dios 

El momento en que Lionel Messi logró entrar en romance y ensamble con la selección argentina fue cuando Diego Maradona, como DT, le transmitió su poder simbólico y autoridad futbolera. 

Messi no daba pie con bola con la Selección. Había malestar en los hinchas. La mancomunión pudo darse al fin en el Mundial de Sudáfrica-2010. 

"Preparate Leo, vas a salir de capitán", le dijo Maradona a un Messi de 22 años, antes del partido con Grecia, por la fase de grupos. El rosarino se quedó mudo, sorprendido y sonriente. 

Maradona, el ídolo eterno fallecido este miércoles de un paro cardíaco a los 60 años, había decidido rotar la capitanía. 

Messi estaba feliz pero preocupado. "¿Y que tengo que hacer o decir?", le preguntó al experimentado Juan 'Brujita' Verón. "Te vamos ayudar", le contestó. 

Y lo ayudaron. En la charla antes de salir a la cancha, Messi dudó en el momento de la arenga. 

"Me trabé", confesó a la AFP con una sonrisa. Sus compañeros le dieron aliento y esa noche el atacante "la rompió". Ganaron 2-0. 

- Diego lo rebautizó - 

Aquel pase de brazalete fue más que un acto formal. Messi todavía no tenía el liderazgo. 

Los hinchas repetían como una letanía: "No canta el himno", "no corre", "se queda mirando el piso", "no siente la camiseta" y "juega mejor en Barcelona", entre otras disquisiciones de tribuna. 

Lo que no funcionaba, empezó a funcionar. Desde el arranque, Maradona logró que Messi se compenetrara. Fue como un segundo bautismo con la albiceleste. 

 

"Yo viví su época como técnico de la Selección y la verdad que lo disfrutaba mucho, lo vivía al máximo", recordaba Messi. 

Messi se entendió de maravillas en Sudáfrica con Gonzalo Higuaín, Carlos Tevez, Maxi Rodríguez, Ángel Di María. El equipo estaba encendido y venció a Nigeria (1-0), a Corea del Sur (4-1) y a México, en octavos de final (3-1). 

Pero Maradona tuvo que dejar el puesto después de la dolorosa derrota ante Alemania (4-0) en cuartos de final. 

Las paradojas impensadas del fútbol dejan raras estadísticas. Messi no hizo goles en Sudáfrica, pero comenzó a ser el hombre clave. 

- ¿Quién fue mejor? - 

En las odiosas comparaciones, Maradona será el prócer eterno de la Albiceleste. Messi, el ídolo del siglo XXI, lo supera en goles con la camiseta nacional: 70 contra 34. Su deuda es que no logró título alguno con la selección mayor, como el nacido en Villa Fiorito, que ganó el Mundial México-1986. 

Sin Maradona como DT, volvieron los problemas para Messi. "No tiene con quien jugar. Nadie se mueve para recibir el pase", dijo una vez Ricardo Bochini, multicampeón en Independiente y el jugador que más admiró un joven Maradona cuando veía los partidos en las tribunas. 

Se los ha tratado de comparar pero es inútil, vivieron tiempos muy diferentes. El fútbol cambió. La presión y la velocidad de juego de hoy se han multiplicado. 

La pregunta igual anda dando vueltas: Dijo Pelé: "Para mí, Maradona fue uno de los mejores jugadores que ha habido. ¿Fue mejor que Messi? Fue mucho mejor". 

Otra opinión de peso es la del sueco Zlatan Ibrahimovic: "Maradona ganó la Copa del Mundo y para mí es el mejor de la historia. Pero Messi ganó mucho más que él". 

Messi ganó todo lo posible en Barcelona y cuando no celebró, en 2020 estuvo a punto de marcharse del club catalán. Batió récords hasta el cansancio. 

Maradona jugó 58 partidos con la camiseta del Barça y marcó 38 goles. Ganó una Copa del Rey, una Copa de la Liga y una Supercopa de España. Se marchó luego de discusiones de pasillo y una oferta de Nápoles que no pudo ni quiso rechazar. 

Después vinieron los celos de Maradona. "No endiosemos más a nadie", lo criticó el exBoca. 

Lo cierto es que son eternos dueños de la pelota y de la 10. Uno pasó a la historia como el D10S de la selección argentina y el otro un rey albiceleste sin corona. 

 

Diego Armando Maradona fue uno de los mejores futbolistas de la historia, con una vida alterada por escándalos, sin jamás dejar de ser admirado en todo el mundo, así como el mayor ídolo deportivo de los argentinos. 

Su apellido cobró popularidad planetaria y se situó en un Olimpo junto a Pelé, Cruyff, Di Stéfano y Messi, según encuestas de prensa y de la FIFA. 

Entre 1976 y 1997 disputó 724 partidos y anotó 358 goles. Llegó a la cima al ganar el Mundial de México-1986. 

- Origen villero - 

Nació el 30 de octubre de 1960 en la villa miseria (barrio marginal) de Fiorito, en la periferia sur de Buenos Aires. Nunca renegó de su origen. 

Se inició en 'Los Cebollitas' infantiles de Argentinos Juniors y debutó en primera a los 15 años, en 1976. Con la camiseta de los Bichos Colorados marcó 116 goles. 

En la selección mayor, Maradona jugó 91 partidos y marcó 34 goles. Fue campeón mundial juvenil sub-20 en Japón-1979. 

En 1981 ganó el campeonato para su club favorito, Boca Juniors, con 28 goles. Jugó lesionado el Mundial de España-1982 y Argentina fue eliminada. 

- Verdugo de Inglaterra - 

Disputó cuatro mundiales de mayores. En México-1986 fue campeón y marcó dos goles célebres a Inglaterra (2-1), uno con "la mano de Dios" y otro elegido el Gol del Siglo. 

Fue subcampeón en Italia-1990. En Estados Unidos-1994 tuvo un control de dopaje positivo. Sin el capitán, Argentina fue eliminada. En 1991, otro control antidopaje le había dado cocaína. 

En 1982 pasó a FC Barcelona. Marcó 32 goles y conquistó la Copa del Rey y la Copa de la Liga española. 

Transferido al Nápoles de Italia marcó 115 goles. Ganó las Ligas de 1986/1987 y 1989/1990, además de la Copa Italia 1987, la Supercopa 1990 y la Copa de la UEFA de 1989. Se convirtió en ídolo histórico del club. 

- Amor y política - 

Casado en 1989 con su novia de la adolescencia, Claudia Villafañe, tuvo dos hijas, Dalma y Gianinna. 

Pero su vida íntima fue un folletín. Tuvo que reconocer al menos tres paternidades extramatrimoniales. 

Apoyó a movimientos populares y progresistas. Fundó un sindicato de futbolistas, se enfrentó a la FIFA y lideró una gran marcha contra el expresidente estadounidense George W. Bush en Argentina. 

 

Jugó en el Sevilla de España y Newell's de Argentina. Volvió a Boca, donde colgó los botines. 

Atravesó graves crisis de salud, incluso al borde de la muerte por sus adicciones. Se recuperó en Cuba. Fue también exitoso animador de TV. 

- Regreso con gloria - 

El partido homenaje lo tuvo en una colmada Bombonera. Cumplió su sueño de dirigir la selección argentina pero se marchó al ser eliminada en los cuartos de final en el Mundial de Sudáfrica-2010. 

Dirigió al Al Wasl y Al Fujairah de Emiratos Árabes, y a Dorados de Sinaloa en México, sin ganar títulos, hasta que en 2019 Gimnasia La Plata lo trajo de vuelta al país donde volvió a ser idolatrado en todas las cancha