martes, 9 de julio de 2019


Oposición peronista le advierte al FMI lo que la entidad sabe mejor que nadie

por Daniel Merolla

El pase de Christine Lagarde de la dirección del FMI al banco europeo parece una prudente salida del escenario. La entidad le concedió al gobierno argentino de Mauricio Macri el mayor préstamo de la historia por 57.000 millones de dólares. Lagarde firmó el crédito stand by y desde el principio se deshizo en elogios para una administración cuyo rumbo parece encajar en los postulados ideológicos del Fondo Monetario. Es una simpatía que Macri se atrevió a calificar de romance cuando los dólares  empezaron a fluir hacia Argentina.
La tolerencia de Lagarde llegó a aceptar una reformulación del contrato con aumento del monto prestado y concesiones de todo tipo, hasta la de aceptar que el dinero se use para controlar el tipo de cambio. La venta de billetes verdes provoca fuga de capitales y dicho artilugio está claramente prohibido por el estatuto del FMI. Se presta para que se pague deuda no para alimentar la fiesta financiera de los especuladores. Pero la empatía con Macri todo lo puede. El problema es que el tiempo de la lluvia de dólares se acaba. Los técnicos del Fondo lo saben mejor que nadie.
Los desembolsos periódicos son el respirador artificial que permitió a Macri evitar una declaración de 'default' en mayo de 2018. Pero los fondos se agotan y llegará la hora de repagar la cuenta de semejante salvavidas financiero. Entre 2020 y 2021, Argentina tiene que empezar a pensar cómo resolver la salida de un laberinto parecido a una pesadilla.
Macri guarda silencio, pero los dos principales candidatos presidenciales opositores le han expresado al FMI la necesidad de reformular los términos del multimillonario préstamo otorgado al país a cambio de un severo plan de ajuste.
"Le transmití al FMI nuestra disposición a reformular los acuerdos sin exigirle más esfuerzos a nuestro pueblo. La Argentina vive hace tiempo en un 'default' encubierto", dijo en un comunicado el candidato Alberto Fernández.
Fernández es un liberal progresista del peronismo que encabeza una fórmula en compañía de la expresidenta Cristina Kirchner (peronista de centroizquierda).
La reunión fue celebrada en Buenos Aires con Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, y Trevor Alleyne, el representante residente.
En otra declaración de prensa, el FMI expresó que tuvo con Fernández "una reunión productiva" y la consideró "una oportunidad para intercambiar opiniones sobre las perspectivas económicas actuales de la Argentina y conocer más sobre sus prioridades de política económica".
Los hombres del FMI se reunieron también con otro aspirante peronista, el liberal centrista Roberto Lavagna, quien dijo en las redes sociales que su eventual gobierno "renegociará los plazos del 'stand by' porque, así como están, ahogan por muchos años la esperanza de crecimiento de los argentinos ¡Ellos y el gobierno lo saben!".
Fernández afirmó que Macri "no cumplió con el propósito de reducir la deuda y la inflación, recuperar el crecimiento, generar empleo y combatir la pobreza".
- Recesión, pobreza, desempleo -
Argentina está recibiendo del FMI la mayor ayuda financiera de la historia en un plan a tres años, Macri buscará su reelección en la votación del 27 de octubre. Los sondeos marcan que su mayor adversario es Fernández, en un escenario polarizado, en tanto que el tercero en discordia es Lavagna.
 La votación para un mandato de cuatro años se realizará en medio de una dura crisis económica expresada en forma de una recesión que ya dura un año, con una estela de pobreza, desempleo e inflación. 
 En cambio, crítico de las políticas proteccionistas, de controles y subsidios que caracterizaron al gobierno precedente de Kirchner (2007-2015), Macri pide "no volver al pasado" porque considera que sería equivalente a una autodestrucción.
 Camilla Andersen, jefe de la División de Comunicación de Políticas del FMI, dijo en rueda de prensa que las reuniones de Werner y Alleyne con Fernández y Lavagna se dan en el marco de la política del FMI de involucrarse "proactivamente" con los actores políticos de todos los países, en particular con los que tiene programas en curso. 
Antes de salir de escena, Lagarde apoyó las reformas fiscales emprendidas por el gobierno de Argentina durante una reunión con Macri al margen de la cumbre del G20 que se celebra en Osaka, Japón. 
"Reiteré el apoyo del Fondo al programa de estabilización económica de Argentina y los continuos esfuerzos de políticas para abordar las vulnerabilidades económicas, incluida la reducción de los desequilibrios fiscal y de cuenta corriente del país, y el combate decisivo de la inflación", informó en un comunicado Lagarde. Un tiempo después, dejó el puesto.
Se sabe que detrás de las decisiones de Lagarde estuvo la luz verde del gobierno estadounidense de Donald Trump, que cuidó a uno de sus socios latinoamericanos favoritos. El dilema es que la renegociación será dolorosa y será el momento de dar explicaciones.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario