lunes, 18 de abril de 2016



Un aislado grito opositor en Argentina

por Daniel Merolla


El regreso de la expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner a la política fue un hecho forzado. La Justicia la convocó y la exmandataria convocó a sus partidarios. Por primera vez en cuatro meses de gobierno de centroderecha de Mauricio Macri se escuchó una voz nítidamente opositora. Fue una paradoja. Parecía un retorno no deseado.
Las estructuras tradicionales del Partido Justicialista se han apartado del primer plano opositor. Unos negocian, otros callan. No hay otra fuerza importante que se oponga en el camino de las reformas macristas.
Así fue como el retorno de Kirchner a Buenos Aires fue el primero desde que dejó el poder el 9 de diciembre. El 10 de diciembre asumió Macri, luego de derrotar al candidato oficialista Daniel Scioli.
Kirchner, peronista de centroizquierda, se acaba de posicionar como líder de la oposición a Macri, jefe de la alianza de centroderecha Cambiemos.
La causa contra Kirchner fue iniciada por dos autoridades parlamentarias de Cambiemos. Pero los demandantes no incluían a Kirchner en la petición. Lo hizo el juez Claudio Bonadio, a quien el kirchnerismo acusa en sus declaraciones públicas de parcialidad y de ser un operador de Macri para "una persecución política".
La acusación a Kirchner consiste en evaluar negativamente la política monetaria del Banco Central, que en setiembre pasado vendía dólares a futuro a 10,50 pesos cuando la cotización en ese momento era de 9,60 pesos.
Kirchner y quien fue su ministro de Economía, Axel Kicillof, dijeron en sus alegatos judiciales que el propósito era desalentar expectativas de devaluación y mantener los precios de la divisa contemplados en el presupuesto nacional.
El 17 de diciembre Macri impulsó una devaluación que llevó el dólar a 15 pesos (-34%). Por lo tanto, el Banco Central, ahora bajo administración macrista, debe abonar los futuros casi 50% más caros, con serio perjuicio para el Tesoro.
El kirchnerismo argumenta que no se puede convertir en judiciable una política monetaria antidevaluación y convocó a una multitudinaria marcha para acompañar a la exjefa de Estado. De hecho, se convirtió en la mayor demostración antimacrista de los últimos cuatro meses, salvo mitines de la central obrera CTA y los organizados por los  despedidos en los sectores público y privado.
Pero el liderazgo de Kirchner no es garantía de que se plante sobre todo el arco político enfrentado a Macri. La interna del PJ está abierta.



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