martes, 5 de abril de 2016

Show-gate de la corrupción y cortinas de humo en Argentina

por Daniel Merolla

La aparición del presidente argentino Mauricio Macri en el escándalo 'Papeles de Panamá' cayó como un Ovni en el centro de la capital argentina. Una embestida de sectores judiciales estaba poniendo contra las cuerdas al kirchnerismo. El momento político es oportuno para el gobierno. Una ofensiva lanzada en medio de despidos, inflación, recesión, tarifazos, tasas de interés por las nubes y salarios congelados. Era el peor escenario para un gobierno que sólo tiene poco más de 100 días. Pero las andanzas de funcionarios como Ricardo Jaime o empresarios como Lázaro Báez cumplen la función de una cortina de humor, al margen de su legitimidad o no.
Jaime y Báez fueron arrestados en medio de operativos cinematográficos. Recién salidos de aviones y esposados pese a que parecían dispuestos a declarar en las causas judiciales que se les imputan. Lo raro es cómo saltó a destiempo 'el caso Macri'.
En el resto del  mundo se extrañan del impacto de los casos que atañen al kirchnerismo. Todo ocurre en medio de la conmoción por la aparición de una sociedad 'offshore' de Macri en Bahamas, filtrada por los llamados 'Panama Papers' de un consorcio internacional de periodistas.
-Nada que ocultar-
El Presidente ha dicho que no cometió ningún ilícito, que la firma nunca operó durante 10 años y que no tiene nada que ocultar. Su padre, el magnate Franco Macri, dijo ser el responsable de aquella inscripción en Panamá con el objeto de invertir en Brasil, proyectó que nunca prosperó. Ni el oficialismo parece muy convencido porque el daño a la imagen parece hecho.
Con un insólito coro de bombos y platillos, cayó preso el constructor y petrolero Baéz, un empresario acusado de presunto lavado de dinero que multiplicó su fortuna durante los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner (2003-2015).
Báez, de 59 años, está imputado de desviar fondos hacia cuentas en Suiza durante los 12 años de gobierno de los Kirchner, con quienes mantuvo una amistad.
El detenido creó un imperio de negocios en la sureña Santa Cruz (Patagonia), provincia que fue plataforma de lanzamiento de los Kirchner a la política nacional. Báez ganaba las licitaciones petroleras y de obras públicas.
El juez Sebastián Casanello ordenó la detención ante la posibilidad de que Báez omitiera presentarse a declaración indagatoria este jueves.
Medios de la prensa argentina sostienen que Baéz manejaría dinero de la familia Kirchner, pero incluso el juez desestimó la sospecha por falta de pruebas.
"La expresidenta no está involucrada en este proceso. Nosotros investigamos lavado de dinero con origen delictivo", había declarado Casanello a la televisión el 21 de marzo pasado.
El magistrado admitió, en cambio, que fue decisivo en el caso la filtración de un video de la TV local. En la imagen se ve a Martín, un hijo de Báez, contando sumas de dinero junto con otras personas sobre una mesa en una compañía financiera con sede en el exclusivo barrio de Puerto Madero.
"Los videos son una prueba y por eso llamamos a indagatoria a Lázaro Báez. Hasta ahora no había pruebas con la contundencia de los videos", había señalado Casanello.
El caso Báez también aparece en el marco de una ofensiva de la justicia contra exfuncionarios y empresarios vinculados al kirchnerismo. Jaime fue arrestado en una causa por compra de trenes a España y Portugal con un lote en mal estado en 2005.
-El Día D de Kirchner-
El momento culminante de la embestida judicial será el 13 de abril cuando Cristina Kirchner tenga que declarar ante el juez Claudio Bonadio. El kirchnerismo (peronismo de centroizquierda) intentó varias veces en vano destituirlo bajo la acusación de ser funcional a los intereses de Macri.
A Kirchner la acusa de dañar el erario del Banco Central con la venta a futuro de dólares a 10 pesos para frenar en septiembre de 2015 expectativas de devaluación. Pero Macri devaluó en diciembre y el Banco Central debe afrontar ahora fuertes pagos a empresas a 15 pesos por dólar.
El aluvión prosiguió cuando el juez Bonadio llamó a declarar para el 21 de abril al diputado Julio De Vido, exministro de Obras Públicas y exhombre fuerte del gobierno de Kirchner, por el caso de un choque ferroviario con 51 muertos en 2012.
La tensión subirá al máximo cuando declare la exmandataria. Dirigentes de la anterior fuerza de gobierno anticiparon que la imputación "es un disparate" y convocaron a "una movilización que será algo muy grande" en su apoyo el 13 de abril, anunció el exjefe de gabinete Juan Abal Medina.
El kirchnerismo sostiene que Bonadio responde a dictados del presidente Mauricio Macri, líder de la alianza de centroderecha que desplazó a Kirchner. Varias veces, en vano, intentó destituirlo por falta de imparcialidad.
Incluso una aliada de Macri, la diputada Elisa Carrió, ha denunciado que Daniel Angelici, titular del popular club de fútbol Boca Juniors, es el operador oficialista en la justicia.
-Trenes vigilados-
Sobre Jaime ya pesaba una condena en diciembre a seis años de prisión por la Tragedia de barrio Once, cuando un tren de pasajeros chocó contra barreras de la terminal. Un empresario de la concesión fue condenado a nueve años de cárcel y otro exsecretario de Transporte, Juan Schiavi, a seis años.
El magnate Cristóbal López, al frente de un pequeño imperio de combustibles, casinos y medios de comunicación, denunció el 30 de marzo que "el hostigamiento" a su grupo obedece al interés de forzarlo a vender sus empresas de televisión, radio e internet, y acallar voces críticas a Macri. Las acusaciones en su contra tienen que ver con supuesta evasión fiscal.
El show debe continuar. Y las cortinas, tapar.



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