martes, 28 de enero de 2014

   Argentina flexibiliza cepo cambiario, pero mantiene fuertes restricciones

   Por Daniel MEROLLA
 
   BUENOS AIRES, 27 Ene 2014 (AFP) - Argentina flexibilizó levemente el cepo cambiario al limitar la compra de divisas a 2.000 dólares mensuales o el equivalente al 20% de los ingresos, en medio de una creciente incertidumbre sobre sus finanzas que golpea a los mercados emergentes.
   "Podrán comprar hasta 2.000 dólares mensuales todos los trabajadores, monotributistas (profesionales) y autónomos (empresarios pequeños) con ingresos declarados ante la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP)", dijo el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich.
   Todas las operaciones deberán ser autorizadas por la AFIP mediante un trámite a través de su portal web, como rigió en 2011 durante un breve período hasta que el gobierno prohibió por completo la venta de dólares para ahorro.
   Esta medida significa que, por ejemplo, un trabajador que gana 10.000 pesos (1.200 dólares) sólo podrá comprar 250 dólares mensuales para tenencia o ahorro.
   No podrán adquirir divisas en bancos y casas de cambio quienes declaren ingresos mensuales menores a 7.200 pesos (900 dólares) y tampoco las empresas o grandes inversionistas.
   Los cambios fueron anunciados tras una brutal devaluación del peso argentino -15% en una semana-, que inmediatamente acentuó el nerviosismo sobre las monedas de los emergentes como la lira turca, la rupia india o el rand sudafricano y este lunes se sumó el real brasileño con una caída de 1,1%, su menor valor en cinco meses.
                 Crecen las dudas sobre los emergentes
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   Las dudas sobre los emergentes se dejan notar cada vez más en los mercados y este lunes las principales bolsas europeas cerraron en baja.
   Así el jefe de gobierno español, Mariano Rajoy, manifestó en Roma su deseo de que la situación en Argentina se "estabilice cuanto antes".
   La rebaja de las expectativas de crecimiento en China y sobre todo el cambio de la política monetaria de Estados Unidos aumentan la presión sobre estos países. Una vez que la Reserva Federal culmine su reunión el miércoles, se espera que anuncie una reducción adicional de compra de bonos. Pero esto provocará un aumento de las tasas, por lo que muchos inversores probablemente dejarán sus bonos en países emergentes en búsqueda de una mayor rentabilidad en Estados Unidos.
   Desde La Habana, donde acudió para una cumbre de la Celac, la presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, denunció en su cuenta Twitter las "presiones especulativas" contra esas monedas.
                 La apuesta del gobierno "es riesgosa"
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   "El Gobierno abrió una ventana. Es una apuesta fuerte y riesgosa. Las reservas todavía están fuertes. Pero si no aumentan, tendrá que tomar más medidas restrictivas", dijo a la AFP Dante Sica, de la consultora Abeceb.com.
   Seguirá en vigencia, en cambio, el recargo impositivo del 35% para las compras con tarjeta y turismo en el exterior, pese a que el viernes se había anunciado que bajaba a 20%.
   Sobre la compra de divisas pesará un anticipo de impuestos del 20%, pero el comprador quedará exento del recargo tributario si deposita los dólares en un banco durante 365 días.
   "Esto no será la desaparición del 'Blue' (dólar paralelo o mercado negro). Todo dependerá de cuánto se abra el grifo (de dólares) y el grifo se está abriendo bien poco", dijo Rodrigo Álvarez, de la consultora Analytica.
   Pablo Tigani, director de la consultora Hacer, dijo a la AFP que "en la medida en que el público pueda demostrar que los pesos que están en su poder están declarados en la economía formal, la presión que había sobre el dólar ilegal va a ceder".
   El peso argentino cerró estable este lunes a 8,01 unidades por dólar y el marginal 'Blue' aumentó 20 centavos a 12,20 pero con escasas operaciones, según diarios económicos.
   Pero los expertos señalan que estas medidas -que el gobierno había dicho que no iba a tomar- son insuficientes para frenar los dos problemas más graves del país: la sangría de las reservas y la inflación.
   En tan sólo tres años, el atesoramiento del Banco Central cayó de 52.000 a 29.000 millones de dólares.
   El gobierno argumenta que las reservas caen porque las usa para pagar la deuda.
   También sostiene que no ingresan divisas porque los ricos exportadores de cereales retienen unas 11 millones de toneladas, equivalentes a 4.000 millones de dólares, que deben liquidar ante el Banco Central.
   Las exportaciones agrícolas son la gran fuente de reservas para la autoridad monetaria.
   Los analistas advierten incluso que la devaluación del peso podría a la postre hacer disparar los precios en un país con una inflación anual que ronda el 30%, según las consultoras privadas, la segunda más alta de América Latina.
   La semana pasada se produjo la mayor devaluación en el país desde 2002, cuando el país sufría el colapso del régimen de cambio fijo de los años 90.
   Los mercados y las empresas venían ejerciendo gran presión sobre el gobierno, al advertir que el tipo de cambio no acompaña la inflación galopante y la economía pierde competitividad.
   El gobierno reconoce una inflación casi tres veces menor que la estimada por las consultoras, pero sus datos son cada vez más  cuestionados.
 

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