lunes, 20 de enero de 2014

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   Argentina hace buena letra ahora con poderes económicos mundiales
   Por Daniel MEROLLA
   BUENOS AIRES, 20 Ene 2014 (AFP) - Argentina desempolvó la discusión de la deuda con el Club de París en un viraje que abarca otras negociaciones con el FMI, los 'fondos buitres' y Repsol, al verse ahogada por la falta de divisas y con las finanzas de capa caída.
   La misión emprendida por el ministro de Economía, Axel Kicillof, en la capital francesa para solucionar una mora de 9.500 millones de dólares con el club de potencias es parte de una ofensiva para sofocar conflictos externos y mejorar la imagen de Argentina a fin de atraer inversiones.
   "El gobierno necesita desarmar el problema de la falta de dólares. Por eso negocia con Club de París, con (la expropiada petrolera española) Repsol y se acerca al FMI", dijo a la AFP Dante Sica, director de la consultora Abeceb.com.
   El caso del Club de París tiene rasgos distintivos porque la presidenta Cristina Kirchner había anunciado dos veces la intención de ponerse en regla, en 2008 y 2010.
   Por el contrario, la retórica de Kirchner (peronista de centroizquierda) ha sido muy dura con los centros de poder económico y financiero mundial.
                         Buitres, pero no tanto
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   "Ni un dólar a los 'fondos buitres'", dijo Kirchner una vez por TV en referencia a los grupos de acreedores que litigan contra Argentina en tribunales de Estados Unidos.
   Pero sin decir 'agua va', el gobierno inició arreglos con los fondos, según admiten fuentes oficiales bajo estricta reserva de identidad.
   "Argentina quiere volver a ser amigable con los mercados", afirmó Pablo Tigani, director de la consultora Hacer.
   Los 'holdouts' quieren cobrar el 100% de una deuda de 1.470 millones de dólares e integran un remanente del 7% de acreedores que rechazaron los canjes (swaps) abiertos por el gobierno en 2005 y 2010.
   El otro 93% adhirió a la solución al 'default' de más de 80.000 millones de dólares de 2001.
   "¡Por fin nos sacamos de encima los planes de ajuste del FMI"!, proclamó en 2006 en un acto político el fallecido expresidente Néstor Kirchner (2003-2007) tras cancelarle 'cash' toda la deuda de 9.500 millones de dólares.
   Pero el FMI emplazó luego al país a regularizar su desacreditada estadística de inflación -que según las consultoras privadas en 2013 casi triplicó la cifra dada por el gobierno-, y Cristina Kirchner consensuó un nuevo índice que está por debutar.
   La asignatura pendiente argentina es respetar el artículo IV del FMI que fija una revisión anual de indicadores económicos fundamentales.
   No le quedará otro remedio que aceptar la revisión, requisito indispensable del estatuto del Club de París para aprobar una refinanciación.
   "Son pasos necesarios para la reapertura del crédito al país", dijo a la AFP Marina dal Poggetto, analista de la consultora Bein.
   Dentro del mismo giro político, a Repsol prometió indemnizarla por la expropiación del 51% de sus acciones en la petrolera YPF.
   "Sin duda esto es un viraje", agregó Dal Poggetto.
   El argumento de Kirchner para estatizar YPF en 2012 fue que Repsol giraba dividendos a Madrid sin reinvertir.
                   La necesidad tiene cara de hereje
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   "La necesidad tiene cara de hereje y aunque no esté convencido ideológicamente, el gobierno necesita dólares con urgencia", señaló Sica.
   Las reservas monetarias se han desplomado en tres años de 52.000 a 29.000 millones de dólares.
   Además, las balanzas de turismo y energía están en rojo furioso.
   Los ricos exportadores de cereales retienen su cosecha porque el gobierno devalúa el peso a diario y les conviene esperar un mejor precio para sus dólares.
   "Argentina está mirando las fuentes de dólares, el acceso a mercados de capital, y créditos del Banco Mundial y Club de París", dijo a la AFP Fiona Mackie, del The Economist Intelligence Unit.
   El modelo kirchnerista sigue en pie gracias a su economía de alto consumo, bajo desempleo, subsidio tarifario y una deuda que sólo es el 44% del PIB.
   El último frente de combate que Kirchner trata de cerrar con buenos tratos está en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), el tribunal del Banco Mundial, donde empresas extranjeras reclaman millonarias cantidades de dinero por haber sido marginadas de sus negocios.
   dm

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