jueves, 20 de febrero de 2020


Una mirada desapasionada y con datos crudos para reflexionar sobre el comunicado del FMI

Admiten que es insostenible la deuda argentina
a 18 meses de darle un préstamo astronómico


Una declaración que en otras épocas sería sorprendente emitió el Fondo Monetario Internacional (FMI) al reconocer que la deuda de Argentina "no es sostenible". La entidad multilateral dijo que el país requiere que los acreedores privados contribuyan a hacerla sustentable, concluyó este miércoles el FMI en un comunicado al finalizar una misión de una semana en Buenos Aires.
"Se requiere de una operación de deuda definitiva, que genere una contribución apreciable de los acreedores privados, para ayudar a restaurar la sostenibilidad de la deuda con una alta probabilidad", señaló la entidad.
La deuda pública global del país superaba los 311.000 millones de dólares a mediados de 2019, más del 90% del Producto Interno Bruto (PIB).
"Nuestra visión es que el superávit primario que se necesitaría para reducir la deuda pública y las necesidades de financiamiento bruto a niveles consistentes con un riesgo de refinanciamiento manejable y un crecimiento del producto potencial satisfactorio no es económicamente ni políticamente factible", argumentó el organismo.
La reacción del presidente Alberto Fernández fue señalar: "Nos decían populistas pero ahora nos dan la razón". El exdirector del FMI Claudio Loser,  un cuadro en actividad con sus apariciones en los medios, dijo que la institución estaba dando un apoyo "positivo", pero descartó por completo que vaya a otorgarse una quita a la deuda. Sólo señaló que se podrían dar  nuevos préstamos cancelatorios a cambio de reformas estructurales. Dicha expresión significa flexibilizar el mercado laboral y las condiciones jubilatorias.
El economista y experto en relaciones internacional Pablo Tigani dijo que el comunicado refleja "el miedo" del FMI a que la situación no pueda encarrilarse y se deban previsionar las pérdidas, una derrota en toda la línea para los tecnócratas.
La deuda de Argentina con el FMI alcanza actualmente a los 44.000 millones de dólares. A dos meses de asumir, el presidente argentino Alberto Fernández dijo que así como está, la deuda es impagable y reclama al FMI y los bonistas renegociar los plazos, el capital y los intereses.
Argentina había cancelado su deuda por completo con el FMI en 2006 pero en el gobierno de Mauricio Macri (2015-2019) tomó el mayor crédito de la historia por 57.000 millones de dólares.
Con el país en recesión hace casi dos años y una tasa de pobreza que creció hasta casi el 40%, Fernández suspendió definitivamente los desembolsos del FMI cuando se acumulaban 44.000 millones de dólares de endeudamiento.

 Conciencia de crisis -
La delicada situación por la que atraviesa el país sudamericano ya había sido advertida por la directora-gerente del organismo, Kristalina Giorgieva, en una reciente cumbre económica en el Vaticano, propiciada por el papa Francisco.
"Somos conscientes de la difícil situación socioeconómica que enfrenta la Argentina y su población y compartimos plenamente el objetivo del presidente Fernández de estabilizar la economía, proteger a los más vulnerables de la sociedad y garantizar un crecimiento más sostenible e inclusivo", había declarado en un tono que anticipaba el informe de este miércoles.
El desempleo supera el 10%, los salarios han sufrida fuerte pérdida de poder adquisitivo y la inflación es una de las mayores del mundo, del 53% anualizado, aunque en enero se desaceleró ligeramente a 2,3% mensual tras un 3,7% en diciembre.
El FMI consideró "muy productivas" las reuniones con las autoridades argentinas "sobre sus planes y políticas macroeconómicas".
Las primeras medidas de Fernández apuntaron a aumentar los subsidios a pobres, a jubilados y a familias en situación crítica, además de congelar las tarifas y los combustibles mientras se abre la renegociación por la deuda, llave maestra según Fernández para salir de la crisis.
"Compartimos el objetivo general de las autoridades de restablecer el crecimiento y reducir la pobreza, y al mismo tiempo fortalecer los equilibrios fiscal y externo", dijo la entidad crediticia que ha mantenido una relación histórica áspera que declaró varias veces el default.

 Economía en riesgo -
Fenández prometió al electorado no pagar la deuda sin antes reactivar la economía y acumular los dólares para hacerlo, y logró vencer en los comicios de octubre con una ventaja de 48% contra el 40% de Macri que intentaba su reelección.
Las autoridades argentinas, según el FMI, han buscado "aumentar la recaudación en parte para financiar un mayor gasto social, que por lo general está dirigido a atender las necesidades de los más vulnerables".
"Las reservas internacionales y el peso se han estabilizado con el apoyo de los controles de capital y el superávit comercial. La inflación y las expectativas de inflación han bajado en los últimos meses", se indicó en el comunicado.
Otra decisión de Fernández fue mejorar salarios de jubilaciones mínimas y el subsidio a los niños pobres que cobran sus padres, pero recibió algunas críticas por no ajustar en igual medida los sueldos jubilatorios más altos, alrededor de un 20% de los 7 millones de miembros de la clase pasiva.
"El FMI notó que la capacidad de enfrentar el nivel y el servicio de la deuda pública de Argentina se deterioró significativamente en comparación con el último análisis de sostenibilidad de la deuda en julio de 2019", comparó la entidad.
Entre los riesgos observados, figuran problemas "en refinanciar la deuda" y que gran parte de la deuda "está denominada en moneda extranjera", con "grandes necesidades de financiamiento externo".
El diagnóstico dado el miércoles fue este: "Desde julio de 2019, el peso se ha depreciado en más del 40%, el riesgo soberano ha aumentado cerca de 1.100 puntos básicos, las reservas internacionales han disminuido alrededor de 20.000 millones de dólares y el PIB real se ha contraído más de lo que había sido proyectado".


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