viernes, 14 de junio de 2019


Argentina en camino a elecciones generales, con justicialistas en todos los frentes

"Peronistas somos todos"

por Daniel Merolla

(para medios clientes de la AFP)

El viejo chiste sobre la política en Argentina volvió a ponerse en boga frente al cierre de listas para las presidenciales y parlamentarias del 27 de octubre. De los seis candidatos a presidente y vice en las tres alianzas principales, cinco son peronistas. Hay peronistas en el oficialismo y en la oposición, en la derecha, en la  izquierda y en el centro. Hay de lo que guste. La última jugada, sorpresiva, fue la del presidente neoliberal Mauricio Macri de elegir a un peronista con tendencias derechistas, Miguel Ángel Pichetto, como compañero de fórmula. Es la primera vez que un hombre surgido del justicialismo entra en una coalición del conservadurismo clásico nacional, que también por primera vez llegó al poder por los votos y no por los golpes de Estado.
Para algunos que no lo quieren demasiado, le caería como anillo al dedo aquella humorada histórica del legendario Groucho Marx: "Estos son mis principios, pero si no le gusta, tengo otros".
Dos peronistas, Alberto Fernández (moderado) y Cristina Kirchner (centroizquierda), integran el Frente de Todos, que lidera encuestas. La tercera fuerza en discordia es el Consenso Federal con otros dos peronistas, el economista industrialista Roberto Lavagna, y el liberal Juan Manuel Urtubey.
Una vez más circuló otra broma: en caso de crisis rompa el vidrio, adentro hay un peronista.

- ¿Qué es el peronismo?

El antropólogo Alejandro Grimson acaba de presentar su libro "¿Qué es el peronismo?". Se pregunta ¿es laborismo, fascismo, derecha o izquierda? Y agrega Grimson: "El peronismo jamás será atrapado en una frase. Es necesario escapar al ánalisis unidemensional para desplazarnos a un abordaje multidemensional. Es imposible entender la Argentina sin entender al peronismo. Y no se puede entender el peronismo sin entender el antiperonismo".
Es el partido del poder por naturaleza y esencia desde que nació de un movimiento obrero y popular antisistémico en la década de 1940, pero sin influencia de la izquierda o el anarquismo dominantes en aquellos tiempos. Desde el origen tuvo un carácter nacional, policlasista, pero con la premisa de defender derechos de los trabajadores, la industria local, y las regulaciones del Estado. Le quitó a la izquierda sus banderas y por eso la izquierda es ínfima en la Argentina, aún hoy. En sus vertientes más realistas, existe un peronismo de centroizquierda. Afuera, ha quedado solamente el ultraminoritario troztkismo.

- Polarización -

Así es como el proceso electoral se encamina a la polarización entre una coalición opositora unificada del kirchnerismo con aliados para enfrentar a Macri.
El escenario político había sufrido un giro de 180 grados el 18 de mayo cuando Kirchner anunció que delegaba en el dialoguista orfebre en las sombras Alberto Fernández el lugar de candidato a presidente. Movió la dama y el tablero cambió por completo. Todas las decisiones posteriores quedaron influidas por la jugada de la dama, primera en las encuestas pero con un techo de respaldo peligroso para su coalición. Encuentra resistencia en el antiperonismo cerrado, los mercados financieros e incluso los poderes externos, desde las potencias hasta los países regionales volcados al liberalismo promercadoi como Chile o Colombia o a la ultraderecha como en Brasil.
Su nueva jugada fue sumar al frente rebautizado "De Todos" al centrista Sergio Massa, hasta hace poco un peronista antikirchnerista, ex jefe de gabinete suyo y líder del Frente Renovador.
Tras la fuerte movida de 'doctora' como le dicen algunos analistas, Macri le cambió el  nombre a la alianza Cambiemos y la rebautizó Juntos por el Cambio. Es más que un juego se palabras, una táctica para recuperar electorado cuando el país  atraviesa una crisis de recesión, desempleo e inflación, menos profunda que la de 2001 pero más  prolongada en el tiempo por lo que causa daños más duros en los sectores medios y bajos de la sociedad.

- Mercados eufóricos -

"Macri ha sorprendido. Pichetto no le va a agregar votos ni sacar. Pero tiene mucha experiencia en la política y capacidad de diálogo con gobernadores y legisladores. Es un hombre para la gobernabilidad sobre todo para después de las elecciones si el oficialismo gana", dijo el analista y consultor Ricardo Rouvier.
La acción de Macri cayó muy bien en los mercados. La Bolsa subió, los bonos recuperaron valor y el riesgo país bajó. Pero la Bolsa es flor de un día. El casino se cierra al final de la jornada y mañana será otro día.
No se entiende el fenómeno financiero más allá del temor que en algunos sectores genera lo que llaman 'populismo' y que no es otra cosa que los movimientos que tratan de atenuar los efectos del capitalismo salvaje. Al contrario del sector financiero, dirigentes de la Unión Industrial como José Urtubey plantearon  no comprender de qué se alegran los financistas en un país cuyos indicadores no paran de desplomarse.
El dato clave es la lucha de dos polos. "Las elecciones se convierten en una carrera de solo dos caballos, entre Macri y Fernández", señaló la consultora Eurasia Group.
El analista político Sergio Berensztein tiene una opinión similar. "Las dos grandes coaliciones se están preparando para disputar el poder", dijo.
Todos los sondeos de intención de voto anticipan la polarización. Lavagna, un exministro de Economía de Néstor Kirchner, el fallecido marido de la candidata, es el padre de la reestructuración del 76% de la deuda en 'default' en 2006. Se presentará en alianza con socialistas provinciales y disidentes del peronismo.

- Pragmatismo -

La mayoría de los observadores coincide en que corren vientos de prudencia en el fragor político frente a la crisis. "Al margen de las candidaturas, hay un giro en la política al pragmatismo, la moderación y al centro. Alberto Fernández es lo más moderado que podía mostrar Cristina", comentó Berensztein.
En la alianza macrista participan con fuerte presencia territorial en cada distrito la socialdemócrata Unión Cívica Radical (UCR). "Hay que reconocer el aporte de los radicales que llamaron a una apertura de la coalición y a incorporar a peronistas", agregó el analista.
"Los asesores electorales de Macri siempre han pensado que deben atraer los votos antiperonistas. En ese sentido, (la postulación de Pichetto) es un reconocimiento claro de cuán difícil es el panorama electoral, así como de la preocupación creciente de que Alberto Fernández tenga un muy buen resultado en las primarias y se coloque cerca de ganar en la primera vuelta", subrayó Eurasia Group.
El primer turno de votación se realizará el 11 de agosto con las primarias abiertas y obligatorias, meramente testimoniales pues la casi totalidad de los candidatos ya tienen el aval de sus partidos y alianzas.
La primera vuelta está prevista para el 27 de octubre, cuando también se renueve la mitad de la cámara de Diputados y un tercio del Senado. El eventual balotaje será el 24 de noviembre.
Pichetto ya ocupa de hecho un lugar en el gobierno, al ser invitado a las reuniones de gabinete y desplegar una dinámica casi de mano derecha de Macri. Había formado en el Senado y presidido el bloque Alternativa Federal con todos los desencantados de Kirchner. Es un abogado de 68 años, feroz enemigo de la también senadora.

- Un profesional de la política -

"Estoy compartiendo con el gobierno una visión capitalista que signifique que se exporte, que se abran mercados que siga en marcha Vaca Muerta (yacimiento de hidrocarburos no convencionales en el sur), que aporten el sector agropecuario y los emprendedores tecnológicos", declaró Pichetto en una rueda de prensa luego del anuncio de Macri. Se ha expresado sobre la inmigración en términos cercanos a la xenofobia. Y en favor del castigo sin límites a la delincuencia. Su discurso coincide de hecho con el esilo del presidente brasileño Jair Bolsonaro, o en el plano local, con el de la cultora de la mano dura Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, acusada de dirigir a las fuerzas hacia una represión sin tintes democráticos.
Hasta ahora la coalición de gobierno Cambiemos unificaba a la socialdemócrata Unión Cívica Radical con el partido derechista Propuesta Republicana (PRO).
Pichetto es, antes que nada, un profesional de la política, un todoservicio. Fue uno de los alfiles del expresidente peronista de derecha Carlos Menem (1989-99) en el Senado, pero luego se pasó al kirchnerismo en el gobierno del fallecido Néstor Kirchner (2003-2007), marido y compañero de militancia de Cristina Kirchner. Fue operador fiel de Cristina Kirchner (2007-2011 y 2011-2015), que pasó a la oposición hacia el final del segundo gobierno de 'la doctora'. Desde entonces, apoyó las iniciativas de ley de Macri y fue su mayor aliado en la cámara alta.
Pichetto es "un hombre de Estado, que con el correr de los difíciles años de gobierno supe conocer y respetar por su compromiso con la Patria y las instituciones", hizo transparente Macri el pragmatismol sin bandera de Pichetto.
El elegido es oriundo de la poco poblada provincia de Río Negro, en el sur, uno de los distritos de la Patagonia basados en la producción agrícola, los hidrocarburos y el turismo. Su nuevo rol prueba una vez más la plasticidad política del peronismo.



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