martes, 16 de abril de 2019


Insólito brote populista de Macri frente a la amenaza de perder la reelección

por Daniel Merolla


Congelar una canasta de precios cuidados, prorratear las tarifas en varios meses y congelar la banda cambiaria, entre otras medidas que calificó siempre de "populistas" y causantes de todos los males argentinos, han aparecido insólita y súbitamente en el menú de estrategias del presidente Mauricio Macri.
Las encuestas de intención de voto lo dan perdedor en un eventual balotaje frente a su mayor oponente, la peronista de izquierda Cristina Kirchner, pero también frente al moderado Roberto Lavagna, el indescifrable Sergio Massa o el peronista de tinte neoliberal Juan Manuel Urtubey.
Había que hacer algo, La usina de iniciativas del gobierno que forman el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y su ladero de marketing posmoderno Jaime Durán Barba, lanzaron la batería, tras calmar el frente interno con un acuerdo a duras penas con la marginada de UCR, por primera vez llamada a opinar sobre la marcha del gobierno desde que asumió Cambiemos en 2015.
Tal vez la mayor sorpresa, después de tanta promesa en contrario, fue la decisión de fijar la banda de fluctuación cambiaria en Argentina, que se ajustaba cada mes, hasta fines de 2019, con el propósito de combatir la inflación que acumula 54,7% en los últimos 12 meses, anunció el Banco Central.
"La inflación de marzo fue de 4,7%. Es un nivel demasiado alto. Uno de los cambios que decidimos introducir es mantener los límites de no intervención (banda cambiaria) en el nivel de hoy hasta fin de año", dijo el presidente de la autoridad monetaria, Guido Sandleris, en conferencia de prensa.
Hasta el momento, el piso y el techo del tipo de cambio oficial (banda cambiaria de flotación) aumentaba en forma gradual cada mes, según el acuerdo pactado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para recibir desde 2018 un rescate financiero de 56.000 millones en cuatro años, a cambio de duras reformas de ajuste y austeridad.
"Para seguir combatiendo la inflación, la zona de no intervención pasa a ser plana hasta fin año", agregó Sandleris.
Esta disposición fija un margen al tipo de cambio, ahora más controlado, con un precio de venta de 39,75 pesos por dólar en la zona inferior y de 51,45 pesos en la zona superior.
El gobierno del presidente Mauricio Macri ha reconocido que la devaluación del peso es el factor inflacionario principal. El descontrol de los precios minoristas se ha convertido en la mayor amenaza para la reelección a la que aspira Macri en las elecciones del 27 de octubre.
Como segunda medida, Sandleris dijo que el Banco Central "se abstendrá de comprar divisas por debajo del límite inferior en el mercado cambiario hasta el 30 de junio". La compra de divisas libera pesos al mercado.
Pero la emisión monetaria cero era uno de los compromisos del gobierno ante el FMI, tanto como el déficit fiscal cero. Sandleris no aclaró si la banda cambiaria plana ha sido acordada con el organismo multilateral.
Tampoco precisó cuál será la política de tasas de interés de referencia, que se encuentra en un nivel en torno al 67%, la mayor del mundo. La inflación es, a su vez, la sexta a escala global, según el FMI.
El tipo de cambio cerró el martes en 43,38 pesos por dólar estadounidense y la devaluación en lo que va del año ronda el 9%.
La economía sigue en recesión, tras caer 2,5% en 2018, y el desempleo está por encima del 9%, con una pobreza en alza que golpea al 32% de la población de grandes centros urbanos.
La producción de la industria se ha desplomado hasta el 50% de su capacidad instalada. Hay cierres de fábricas frecuentes y despidos en centenares de empresas pequeñas y medianas, e incluso multinacionales.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario