Historias de Messi en el Mundial Sudáfrica-2010


   ¡Bienvenido a la selección argentina, Lionel Messi!
   Por Daniel Merolla
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   JOHANNESBURGO, 12 Jun 2010 (AFP) - Lionel 'La Pulga' Messi logró por fin este sábado, por primera vez con la camiseta argentina, ser ese superdelantero que enfila para el arco como una flecha y desparrama defensores en el FC Barcelona, aunque sin anotar en la victoria 1-0 sobre Nigeria.
   Le faltó el gol al joven maravilla de 22 años y después de aquella última maniobra estupenda que había hilvanado en el área de las Super Aguilas sobre el final del encuentro y remató desviado cerca de un poste, fue todo un símbolo verlo en el suelo como sin entender qué había sucedido.
   "El arquero estuvo un fenómeno. Lo importante es que creamos las ocasiones. Estamos muy bien, terminamos perfectos, contentos", dijo el atacante.
   Messi quería su gol, demostró quererlo como nunca, metió seis remates al arco y tres de ellos en posición neta, por lo que dejó atrás aquella imagen sombría de jugador aburrido, desmotivado o desconcentrado.
   El DT Diego Maradona señaló después del encuentro debut por el Grupo B en el Ellis Park que "jugadores como Leo Messi, el Pipita Higuaín, y otros, hicieron como 60 goles en el año y hoy parecía que el arco no lo veían".
   En una reflexión crítica, Maradona dijo que "a Leo (Messi), lo quiero cerca de la pelota. Nos divertimos cuando hace eso. No sería lindo el fútbol sino se ve a Messi hacer cosas bárbaras (muy buenas)".
   El seleccionador gritaba, se agarraba la cabeza, miraba al cielo como implorando cada vez que Messi fallaba el tiro del final o tropezaba contra la estupenda actuación del portero Vincent Enyeama.
   Enyeama, en rigor, fue culpable de que no hubiese más goles, y los errados por Messi hicieron olvidar todos los que se perdió en forma increíble Gonzalo Higuaín, aunque al superartillero del Real Madrid es más frecuente verlo desperdiciar oportunidades muy claras.
   'La Brujita' Juan Verón dijo de su compañero que "hizo un partido extraordinario. Hizo jugar al equipo, creó situaciones, le faltó el gol. Tuvo una tarde increíble. Estoy contento porque él se merecía este tipo de partidos".
   Tanta fue la historia que se tejió sobre los malos rendimientos de Leo con la selección, que en las encuestas en Argentina figuran Javier Mascherano y Carlos Tevez como preferidos de la gente, cuando tienen en sus filas a quien está considerado el mejor del mundo en estos momentos.
   dm/psr

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   La magia de Messi resucita a Argentina como favorita
   Por Daniel Merolla
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   PRETORIA, 18 Jun 2010 (AFP) - La magia de Leo Messi para desbaratar defensas como si fueran de papel y provocar los goles, aunque no los marque, es la llave maestra que le abre puertas a Argentina en su ambición mundialista y por primera vez luce como albiceleste igual que lo hace como azulgrana.
   "Quiero ser campeón, tengo a Messi", admitió sin vueltas el DT Diego Maradona, pese a que antes había dicho que la selección argentina no era candidata en Sudáfrica-2010 y que el equipo estaba en 6,5 puntos.
   Los sudamericanos habían aterrizado en tierra africana cargados de reproches, críticas de los propios aficionados y un ambiente de moderado pesimismo, sólo contrarrestado por el peso histórico que tiene la Albiceleste.
   La paradoja, es que el principal socio en el ataque de La Pulga en Sudáfrica, Gonzalo 'Pipita' Higuaín, se llevó las ovaciones, las miradas y los flashes por los tres goles a Corea del Sur (4-1), en el Grupo B que lideran.
   "Estoy contento por él (por Higuaín) y por nosotros. En el partido anterior, tuvo ocasiones que no pudo convertir y hoy tuvo la suerte de hacer tres", afirmó el delantero nacido en la populosa y futbolera Rosario, al norte de Buenos Aires.
   También se había llevado los aplausos por su digna humildad de 'obrero' del fútbol Gabriel 'Gringo' Heinze como autor del gol ante Nigeria (1-0).
   Sin embargo, aquella tarde será recordada como la primera vez en que el joven maravilla pudo brindarle a la camiseta nacional todo el poder y el talento que demuestra en el FC Barcelona.
   "La selección no depende mí. Esta selección tiene muy buenos jugadores. Cualquiera te puede resolver un partido. Yo también. La pelota me llegó, me llevaron la pelota a mi punto y yo lo aproveché", había declarado.
   Y la pregunta que algunos allegados se hacían este viernes es si sería conveniente que Maradona preserve a Messi del partido contra Grecia, a jugarse el martes en la ciudad de Polokwane.
   Argentina no está clasificada y la matemática, que para colmo desarrollaron como nadie los antiguos griegos, le juega tan en contra a la escuadra helénica que necesita ganar por tres goles y esperar que Nigeria resurja contra Corea, o sea como el mito de Sísifo, de llevar una pesada roca hasta la cima del monte.
   Por otra parte, crece como un río desbordado por las lluvias el clamor para ver a Diego Milito, el superartillero del Inter, consagrado en la Liga de Campeones de Europa, jugar desde el principio con la camiseta de los bastones blancos y celestes.
   Lo que no parece estar en la mente de Maradona, ni en los deseos de Messi, en estos momentos, es plantearse semejante especulación, que puede resultar fatal, cuando el equipo aún no tiene el pasaje en el bolsillo, porque sería como vender la piel antes de cazar al oso.
   "Hemos pasado momentos muy feos en las Eliminatorias. No sólo yo, todos mis compañeros. No salían las cosas bien, no hacíamos buenos partidos, tampoco yo. Ahora me siento feliz, quiero ser campeón", se sinceró el hombre no hizo ninguno de los cinco goles de Argentina, pero ayudó a crearlos.
   Basta con recordar que mandó el centro del gol en contra de Corea del Sur, que le pasó el balón a Maxi Rodríguez para lanzar al área y cabecear Higuaín, que desparramó a media defensa asiática hasta el rebote en el palo que facturó el del Real Madrid y que cedió el pase a Sergio Agüero para el tercero de Pipita.
   "Llegará (el gol suyo). No pasa nada. Hoy tuve oportunidades otra vez. No se me dio, pero no pasa nada", declaró.
   La vida empezó de nuevo para el atacante, al admitir que "desde que llegamos acá cambió, todo, la mentalidad de todo el grupo. Y más contacto con la pelota".
   "Vamos a seguir creciendo de a poquito", evaluó el jugador que tiene un ADN argentino, pero es un producto catalán 'made in Barcelona' (hecho en Barcelona) que ha hecho renacer la esperanza Albiceleste.
   dm/psr

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   Maradona cede a Messi el brazalete, una de sus sagradas insignias
   Por Daniel Merolla
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   PRETORIA, 22 Jun 2010 (AFP) - El DT argentino Diego Maradona cedió este martes a Leo Messi el brazalete de capitán de Argentina, una de las insignias más sagradas para quien lo lució al consagrarse en el Mundial de México-1986.
   El atributo fue concedido temporariamente, para el encuentro contra Grecia con victoria por 2-0 en Polokwane, a raíz de la ausencia forzosa del capitán titular, Javier Mascherano, en el Grupo B que la Albiceleste ganó invicta y pasó a octavos de final para jugar con México en Sudáfrica-2010.
   "Sería un pecado no poner a Messi (...) Leo juega porque quiere jugar. ¿El capitán?. Se van a enterar el martes", había dicho, misterioso, el seleccionador, pero la decisión de honrarlo con la capitanía estaba tomada.
   La actuación del atacante como delantero pasó inadvertida, en una noche en que tuvo cancerberos durísimos que lo persiguieron sin dejarlo casi mover.
   La actitud de Maradona tiene el valor de un gesto fuerte una señal clara de cuál es el lugar que aspira a darle al delantero.
   "Quiero ser campeón, tengo a Messi", fue la definición que lanzó el seleccionador en el Mundial de Sudáfrica-2010, en momentos en que 'La Pulga' empezó a jugar con la Albiceleste con la misma jerarquía que lo hace en el FC Barcelona.
   Mascherano fue preservado al haber acumulado una tarjeta amarilla y se podía perder el encuentro de octavos de final, aunque en rigor las amonestaciones sólo se limpian después de los cuartos de final.
   "Teníamos oportunidad de darle descanso (a Messi), pero con un jugador de la talla de él, que es el mejor del mundo, sería un pecado no darle esto a la gente, a nosotros mismos", dijo Maradona.
   La frase fue el argumento dado para justificar por qué produjo siete cambios respecto del equipo que había goleado a Corea del Sur (4-1), pero sin tocar a la estrella de la escuadra catalana.
   En México-1986, el seleccionador Carlos Bilardo le entregó a Maradona el brazalete que había lucido durante casi diez años el zaguero Daniel Passarella, quien no pudo ocultar su disgusto por ese despojo y nunca se lo perdonó.
   Passarella, capitán del equipo que ganó la Copa del Mundo en Argentina-1978, no jugó aquel Mundial a raíz de una extraña intoxicación que sufrió en la concentración argentina.
   El subcapitán natural de Argentina en este Mundial era el volante de Estudiantes de La Plata Juan 'Brujita' Verón, un caudillo dentro de la cancha por experiencia y personalidad.
   Pero desde que Argentina aterrizó en Sudáfrica y llegó al Centro de Alta Perfomance de Pretoria, en el reparto de habitaciones a Messi le tocó con Verón, lo que fue interpretado como otra señal de apoyo de Maradona.
   Hasta la tarde en que se largó el Mundial para Argentina contra Nigeria (1-0), los hinchas albicelestes miraban de reojo y con desconfianza a Messi, por la diferencia abismal entre lo que rendía con el FC Barcelona y la Albiceleste.
   Ahora Messi tiene atributos del poder histórico maradoniano, considerado el capitán de los capitanes que tuvo Argentina en toda su historia futbolística.
   Incluso Messi luce en Sudáfrica la camiseta número 10, otra insignia que estuvo a punto de ser sacada de circulación, en homenaje a quien jugó cuatro mundiales para Argentina, pero la FIFA no lo permitió.
   dm/psr

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   ¡Disparen contra Messi!
   Por Daniel Merolla
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   PRETORIA, 23 Jun 2010 (AFP) - Leo Messi se ha convertido en blanco móvil de los que buscan frenarlo a toda costa, persecución que lo obliga a madurar, como le sucedió en Mundiales a Pelé, Diego Maradona y otros reyes del fútbol.
   "El famoso fair-play no existe. Si a Messi cada vez que agarra la pelota lo tumban, ¿a qué jugamos?", criticó Maradona, ahora DT de la Albiceleste, después de haber visto cómo hay un plan sistemático aplicado contra el delantero.
   Pero ¿quiénes eran los que practicaban el tiro al patito con Messi como en un parque de diversiones en el partido en que Argentina venció a Grecia 2-0 en Polokwane?
   Ahí van los nombres y apellidos griegos de Avraam Papadopoulos, Vasilis Torosidis, Costas Katsouranis y Alexandros Tziolis, quienes, cada uno a su tiempo, le dedicaron un disparo a 'La Pulga'.
   Hasta el estelar delantero se quejó al afirmar que "el arbitraje los favoreció a ellos (los griegos), al juego sucio y no dejó que nosotros juguemos al fútbol y hagamos las cosas como veníamos haciéndolas".
   Messi simplemente tiene que empezar a acostumbrarse a que se enfrente con equipos cuyos jugadores se turnarán para bajarlo cuando avanza y golpearlo, en tren de ablandamiento.
   ¿Quién puede olvidar la imagen de Pelé rengueando por la cacería del hombre que le aplicó Bulgaria (ganó Brasil 2-0), en el Mundial de Inglaterra-1966 y después Portugal (venció 3-1 y eliminó a los brasileños)?
   A medida que Messi juegue cada vez mejor y sea más amenazante en sus ataques, el delantero del Barcelona estará expuesto a ser el patito al que todos le apuntan y le disparan.
   "¡Sacale una tarjeta amarilla al tercero que le pegó a Messi!, y ya verás que ya no lo pegan más", reclamó Maradona tras el partido en el que Argentina le ganó 2-0 a Grecia en Polokwane por el Grupo B.
   La victoria le permitió a la Albiceleste alzarse con el liderazgo de la llave con puntaje ideal de tres triunfos en otros tantos encuentros y cruzarse ahora en octavos de final frente a México, el domingo en Johannesburgo.
   ¿Aplicarán los mexicanos de Javier Aguirre el mismo sistema? No parece probable porque no está en la idiosincracia futbolera de los Tri, pero nadie puede saberlo a ciencia cierta porque cuando Messi mete su arranque demoledor tiembla hasta el estadio.
   Se había salvado Messi contra Nigeria (Argentina ganó 1-0), cuando las Super Águilas intentaron sorprender con un juego más abierto y sin apelar al golpe artero como método.
   Pero de Corea del Sur, el atacante no se iba a escapar sin llevarse las marcas de unas cuantas patadas, desde el momento que los Guerreros Taeguk se lo avisaron antes del partido, sin anestesia.
   "Una vez que (Leo) Messi empieza a eludir, ya es demasiado tarde. Por eso, tendremos que frenarlo antes de que toque la pelota y, si es necesario, con faltas inteligentes", dijo Park Chu-young, que juega en el Mónaco de Francia y cuyo equipo también se clasificó para octavos de final.
   Como si no fuera suficiente, el entrenador surcoreano Huh Jung-moo se hizo famoso cuando era jugador al levantar por el aire con una patada de taekwondo a Maradona en el Mundial de México-1986, el día que la Albiceleste ganó 3-1.
   Argentina goleó 4-1 a los asiáticos en el Soccer City de Johannesburgo y Maradona comentó que el llamado "'foul táctico' es un recurso de acuerdo a lo que vaya viendo el referí".
   "Si le hacen un escalonamiento a Leo para no dejarlo jugar, tiene que jugar con tranquilidad sin temor al foul, y lo decidira el árbitro", dijo Maradona sobre este flamante ¡Disparen contra Messi!
   dm/gv

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   Hay dos Argentinas en Sudáfrica y en ambas está Messi
   Por Daniel Merolla
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   PRETORIA, 24 Jun 2010 (AFP) - Argentina moldeó en Sudáfrica-2010 un plantel en el que apenas se nota la diferencia entre titulares y suplentes, con la única excepción de Leo Messi, cuya maduración sorprende tanto como su magia.
   Alcanza con escuchar lo que dijo el legendario ex futbolista francés Zinedine Zidane cuando el portal de la FIFA le preguntó cuál era la selección mejor armada en el Mundial.
   "A priori, así, a bote pronto, me dan ganas de decir que Argentina. No solamente por su potencial ofensivo, sino sobre todo porque es un equipo al que no se le escapa nada", dijo Zidane.
   Sucede que Diego Maradona, quien no puede su genio y sigue demostrando en los entrenamientos que muere por entrar a la cancha a jugar, se ha graduado en tierra africana de director técnico.
   El DT introdujo variantes de jugadores y tácticas, con tres victorias al hilo, en un débil Grupo B, aunque con el mérito de construir un fuerte grupo humano y conceder a Messi el rol y los atributos que a él lo hicieron célebre.
   "Leo ya está para salir con la corona", dijo el seleccionador sobre el delantero del FC Barcelona, perfilado para el trono del fútbol mundial.
   Maradona omitió hacer el curso de director técnico porque en Argentina imperó el criterio de que hubiese sido como mandar a la escuela de profesores de música a Astor Piazzola, o a la de escritores a Jorge Luis Borges o a la bailarines a Julio Bocca.
   Pero el ex número diez, camiseta que ahora luce Messi, tenía que demostrar aptitudes en su nueva profesión y esa hora se demoró hasta este Mundial en el que Argentina saltó a octavos de final para jugar con México en Johannesburgo el domingo.
   "Lo mejor era llegar acá, estar juntos e ir preparando no sólo los entrenamientos sino el clima dentro del grupo. El encargado de corregir los errores es el técnico, que es el líder del equipo y de este plantel", dijo el capitán, Javier Mascherano.
   Mascherano (Liverpool, inglés) fue preservado para el partido clasificatorio con Grecia (2-0), porque estaba en capilla con una amonestación, y lo reemplazó con Mario Bolatti (Fiorentina de Italia), quien cumplió con creces.
   "La leyenda de Maradona va a estar siempre (...), nosotros hemos dejado de necesitar al ídolo para necesitar un técnico y (...) uno se enorgullece de ser entrenado por Maradona", opinó el defensa Nicolás Burdisso (AS Roma).
   Martín Demichelis (Bayern Múnich alemán), quien con una conquista contra Grecia se reivindicó de su error que costó el gol de Corea del Sur (4-1), dijo que "Diego nos descomprime la presión y tenerlo es una motivación".
   El mayor riesgo y la segunda prueba de fuego, después del debut ante Nigeria (1-0), fue para Argentina el partido contra los griegos, con siete variantes y el ingreso de varios debutantes en mundiales.
   Así fue excelente el rendimiento de Clemente Rodríguez (Estudiantes de La Plata) por Gabriel Heinze (Olympique de Marsella) en el lateral izquierdo, y de Nicolás Otamendi (Vélez Sarsfield) por Jonás Gutiérrez (Newcastle inglés) en el izquierdo.
   Diego Milito (Inter de Milan) y Sergio Aguero (Atlético de Madrid) hicieron lo suyo en lugar de Gonzalo Higuaín (Real Madrid) y Carlos Tevez (Manchester City) y hasta hubo tiempo para que entrara Javier Pastore (Palermo de Italia), el hombre cuyo talento y calidad pide a gritos una oportunidad mayor.
   Ni hablar del veterano 'San' Martín Palermo, a quien Maradona hace entrar cuando el partido se complica y le pide que lo defina, como lo hizo con el segundo gol.
   "Es un entrenador que da mucha confianza al jugador (...) y depende de nosotros que sea buen o mal técnico", comentó Heinze.
   Por eso hay dos Argentinas, con "23 titulares, 23 'fieras'", como define a sus hombres el DT.
   Pero tiene a Messi, de quien acaba de revelar que le contó en una charla íntima que a él nadie le había dicho dónde tenía que jugar.
   Y Messi juega ahora donde más le place, de armador, de ariete, libre, por derecha, por izquierda. Que se arreglen los que defienden.
   dm/psr


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   La justicia tarda pero llega para Messi
   Por Daniel Merolla
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   CIUDAD DEL CABO, Sudáfrica, 1 Jul 2010 (AFP) - El momento de la justicia llegará este sábado para Leo Messi como protagonista del Argentina-Alemania, tras aquella triste imagen suya sentado en el banco de suplentes en el Mundial del 2006, en el día en que su equipo quedó eliminado.
   "Seguramente con otro resultado no se estaría hablando de ese cambio (hacer entrar a Messi). Cada jugador tiene sus virtudes, pero nada asegura el resultado", se justificó una vez el DT de aquel entonces, José Pekerman.
   El gol de Roberto Ayala ilusionó aquel 30 de junio de 2006 en el estadio Olímpico de Berlín, pero empató Miroslav Klose, quien ahora vuelve a ser una fuerza de ataque amenazante para los sudamericanos.
   Después se hizo difícil para Pekerman explicar lo inexplicable, cuando dejó afuera a un joven a punto de cumplir 19 años que se perfilaba como el delantero ideal para romper la defensa de Alemania que conservaba el 1-1 en pos de la tanda de penales en la que es infalible.
   Ni siquiera un minuto jugó el 'muchachito de la película', que había marcado un gol, el último contra Serbia y Montenegro, el día de la goleada 6-0, cuando además sirvió pases excelentes y se acopló al equipo, eso que tanto se criticó durante años, hasta este Mundial de Sudáfrica cuando el hechizo se rompió.
   Una de las tantas imágenes imborrables en la historia de los mundiales será la del joven maravilla de Rosario (al norte de Buenos Aires), con los brazos cruzados, las piernas extendidas como para intentar relajarse y la mirada perdida, sin entender por qué no jugó ni un minuto contra los germanos.
   "Quiero ser campeón, tengo a Messi", ha dicho por lo contrario el DT argentino Diego Maradona, quien no sólo sostiene que será el mejor futbolista de la historia sino que lo honró en un partido, contra Grecia (2-0, primera ronda) con el brazalete de capitán.
   Maradona fue el capitán de los capitanes con la cinta de la Albiceleste e incluso Messi luce el número diez en la camiseta, distintivo que la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) trató en vano de que se eliminara de su selección en homenaje a Maradona.
   "Sería un pecado no poner a Messi (...) Leo juega porque quiere jugar", respondió Maradona cuando le preguntaron por qué no le daba descanso al delantero.
   Y no lo hizo la noche contra los griegos en Polokwane, en la que produjo siete variantes en la escuadra, en algunos casos para preservar físicamente jugadores e impedir más amarillas que dejasen al cuadro diezmado para los octavos de final ante México (3-1).
   El contraste es muy fuerte porque en aquella eliminación también en cuartos de final, Pekerman sacó a Juan Román Riquelme para ordenar el ingreso de Esteban 'Cuchu' Cambiasso, pero para colmo hizo salir al goleador Hernán Crespo para que entrara 'El Jardinero' Julio Cruz.
   Y Messi miraba o mejor dicho, empezaba a torcer su vista del partido, en la viva imagen de la desolación, mientras en el banco alemán festejaban que no entrara a la cancha como lo admitieron después en la zona mixta.
   Aquel Messi no es este, claro está, el mejor jugador del Mundo en 2009, una máquina imparable, pero su velocidad mental y física marcaban diferencia.
   La hora de la justicia sonó cuatro años después para el centrodelantero que se ha convertido en guía, eje y factor principal de desequilibrio en Argentina.
   dm/dr