lunes, 19 de mayo de 2014




Anecdotario de la selección argentina



Anecdotario de la selección argentina




Historias de lesiones, caprichos y locuras y duelos con la Albiceleste en Copas del Mundo.

Por Daniel Merolla 

- Messi fisurado -

 

- "¡Messi se lesionó!, gritó un dirigente argentino. "¿Quéeee?, exclamaron altos directivos y allegados al plantel albiceleste. Todos se pusieron de pie y soltaron alarmados sus tasas de café y otras bebidas con las que departían en la concentración argentina en Pretoria, durante el Mundial Sudáfrica-2010. "¿Cómo, cuándo?", interrogaron al portador de la mala noticia. "Messi se lesionó... una vez cuando tenía 11 meses de edad", contestó burlón. El veterano dirigente fue blanco de insultos por la broma macabra, pero enseguida surgió la curiosidad. "Resulta que La Pulga --relató-- se había largado a caminar por primera vez, hacía tres días, cuando la familia vivía en la calle Lavalleja, en el barrio La Bajada de Rosario. De pronto salió corriendo por la cochera y lo atropelló un niño en bicicleta. Leo lloraba a más no poder y su madre Celia logró calmarlo. A la noche en la cuna, seguía quejándose. Lo llevaron a la Clínica Italiana, donde había nacido, y descubrieron que se había fisurado un hueso del brazo izquierdo. Antes del año, ya andaba enyesado".

 

 

 

- Las locuras de René -

 

 

 

La Albiceste estaba en las vísperas de debutar contra Hungría en el estadio Monumental en el Mundial Argentina-1978. La tensión y la ansiedad era tanta que el aire se podía cortar con una tijera. Una dictadura cruel como nunca reprimía en forma clandestina pero la nación futbolera esperaba poder desahogarse con un festejo que se le negaba desde que se inventó el fútbol. En la concentración argentina en la periferia oeste de la capital, el plantel realizaba su última práctica. Abordado por los periodistas René Orlando 'El Loco' Housemann, el de la gambeta endiablada, goleador, improvisador genial, le preguntaron qué opinaba del rival. Housemann miró hacia un costado. Le pidió a un reportero un cigarrillo. Lo prendió. Le dijo "tapame, que no me vea El Flaco", el DT César Menotti. Todos esperaban la respuesta, mirándose extrañados. "Che, hermano -dijo bajando la voz- ¿contra quién jugamos?"

 

 

 

- Regreso sin gloria -

 

 

 

Argentina volvió a los mundiales en Suecia-1958, su primera copa desde 1930 cuando perdió la final con Uruguay 4-2. Decisiones políticas y conflictos dirigenciales la mantuvieron al margen. Pero los argentinos tenían la imagen de su época dorada y soñaban con demostrar su jerarquía. Fue, para su lamento, el llamado "Desastre de Suecia". Le ganó a Irlanda 3-1 pero Alemania la venció también 3-1 y fue humillada 6-1 por Checoslovaquia. Duelo nacional. Al retornar los jugadores, en el aeropuerto de Ezeiza un jefe de migraciones le dijo a los empleados "a esos tipos, ¡sáquenles hasta los regalos que traigan en las valijas!".

 

 

 

- Las gallinas del Toto -

 

 

 

Los jugadores que participaron del Mundial de Inglaterra-1966 recuerdan con simpatía y humor las anécdotas con el DT, el malogrado Juan Carlos 'Toto' Lorenzo, personaje de leyenda, trotamundos del fútbol y uno de los que trajo al país la organización y la preparación a la manera europea, cuando en Argentina se jugaba al fútbol a pura habilidad y sabiduría adquirida en los 'potreros' (canchitas barriales). Cuentan que una de sus excentricidades favoritas era meter gallinas en el entrenamiento y que los jugadores condujeran el balón eludiéndolas. Difícil arte con las aves saltando y aleteando. Otra obsesión del Toto, quien se hacía llamar el Míster, como en Inglaterra, era practicar en secreto fuera de la vista de los periodistas. Salían de la concentración en un autobús y decía a la prensa que iban a tal lugar. Cuando el vehículo arrancaba, le indicaba al chofer otro destino.

 

 

 

- La democracia no es para el fútbol -

 

 

 

Antes del Mundial de Japón-Corea del Sur-2002, el entrenador Marcelo 'El Loco' Bielsa reunió a los jugadores para preguntarles cómo querían jugar, si con línea de cuatro defensores o con línea de tres. Hombres de aquel plantel cuentan que el consenso absoluto entre ellos era con línea de cuatro. Una forma tradicional. Cada uno votó y Bielsa sacaba los papeles y anotaba el resultado en un pizarrón. "Línea de cuatro, línea de cuatro... línea de cuatro". Cuando terminó el conteo, el resultado fue de 23 votos para línea de cuatro y ninguno para línea de tres. "Bueno -dijo- esto demuestra con qué modelo quieren jugar. Les voy a anunciar entonces que vamos a jugar con... línea de tres, chau, hasta luego".
 

 

 

 

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