De Simoca al mundo: La otra Pulga del fútbol argentino
por Daniel Merolla
Al argentino Luis Miguel Rodríguez le dicen "La
Pulga", como a Lionel Messi, y estuvo a punto de enfrentarlo en España si
lo contrataba el Real Madrid, pero ahora es ídolo de Colón, finalista de la
Copa Sudamericana 2019 ante el ecuatoriano Independiente del Valle.
"Este será el partido de mi vida", admite
Rodríguez, adorado por los hinchas del "sabalero" de la provincia de
Santa Fe (centro), cerca de la Rosario de Messi, con histórica rivalidad
regional.
A los 34 años, el delantero que lleva la camiseta 10 como el
astro del FC Barcelona, puede contar una vida de película. A los 14 años lo vio
en un torneo internacional en Islas Canarias un representante de los
"merengues" pero el pase fracasó.
Sólo tenía 13 años cuando se lo había llevado a Europa una
intermediaria y un empresario que deseaban sumarlo al Inter de Italia. Rechazaron
ficharlo en la Casa Blanca, pero tampoco le encontraron club europeo.
Lo habían ido a buscar, junto con otras cuatro infantiles
promesas, hasta los potreros (canchas barriales) de la ciudad de Simoca, en el
Tucumán profundo y pobre del norte argentino, su provincia natal.
En aquella prematura aventura europea los empresarios
mandaron al grupo de pequeños tucumanos en tren hasta Bucarest. Les habían
dicho que jugarían en un club rumano. Pero nadie los esperaba en la estación y
se quedaron sin dinero, vivienda ni destino. Volvieron a su país.
"Tenía miedo del viaje, del avión, pero quería jugar al
fútbol en primera", reconoce este futbolista tan chiquito de tamaño como
grande cuando ilumina la canchas con su talento.
Así lo demostró en semifinales de la Copa. Marcó con
sutileza dos tiros penales decisivos ante Atlético Mineiro de Brasil para
llevar a Colón a la final.
El primero fue casi sobre la hora y descontó a 2-1 la
ventaja de los brasileños. Colón había ganado 2-1 la ida. Fueron a la tanda de
penales. Rodríguez anotó con toque suave, sin esfuerzo, como si pateara la
pelota en la sala de su casa y no en una semifinal copera. Colón ganó el
desempate 4-3.
"Debe ser desesperante para el arquero ver cómo la
pelota va despacito para el otro lado", narra la jugada sin ironía, sólo
como descripción de un momento nada feliz para el adversario.
- Zapatillas de mujer -
Los avatares de Rodríguez parecen de ficción. Fue albañil y
pintor de brocha gorda para ayudar a su numerosa familia de nueve hermanos.
Simoca en quechua significa "lugar de paz y silencio". Lo que abunda,
en cambio, es pobreza.
"La Pulga" tucumana jugaba descalzo porque no
había dinero para botines. Usaba zapatillas de mujer que le prestaban porque
eran de su medida 39, un pie pequeño para un hombre. Un día pudo usar
auténticos zapatos de fútbol.
A los 16 años, de vuelta en Simoca, no lo tenía en cuenta
ningún club fuerte hasta que metió 12 goles en un partido barrial. Fue la clave
para que lo contratara Atlético, el 'Decano' albiceleste.
"En San Martín de Tucumán (archirrival de Atlético)
dijeron que era muy chiquito", recuerda. Y se lo llevó a Atlético el DT
Jorge'Indio' Solari, crack legendario de la selección argentina.
Jugó un tiempo para Racing de Córdoba y Newell's
Old Boys. Con Atlético Tucumán ganó tres torneos en categorías de ascenso.
Y siempre fue goleador y asistidor exquisito.
Su última broma fue aparecer en una foto de redes sociales
disfrazado con la máscara de "Dalí", de la serie española de Netflix
La casa de Papel. Se lo ve con su mujer Paula, y sus hijos Bautista (4) y Milo
(2).
Esta afiliado al Justicialismo (peronismo), que volverá a
gobernar a Argentina el 10 de diciembre. Quiere ser alguna vez candidato a
diputado. Y también profesa el hinduismo. "Es mi otra pasión junto con el
fútbol", señala. "La Pulga" tucumana no jugará en la liga
española pero a ser excéntrico no le gana nadie.
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