Superclásico Boca-River, el partido que está prohibido perder

 /  Buenos Aires (Argentina)  -  09 mayo 2017 14:58  -  AFP (Daniel MEROLLA)  /  ENFOQUE


Es verdad que el superclásico Boca-River es uno de los 50 espectáculos deportivos que hay ver antes de morir, como dijo el diario inglés The Observer. Pero para los hinchas es "¡el que no hay que perder por nada del mundo!"

El aire se carga de electricidad esta semana en Argentina porque se viene un Boca-River. Es pecado mortal para un simpatizante decir que prefiere salir campeón a ganar el superclásico. Mejor que no lo diga ni en la tribuna.

El domingo a la tarde se para el país 90 minutos. Millones de corazones laten al unísono: juegan 'xeneizes' contra 'millonarios'. Entre los dos clubes suman el 70% de los hinchas futboleros del país.

Si estuvieran en la mitad de la tabla, es igual un acontecimiento, llueve o truene. Pero encima Boca está puntero con 49 puntos, perfilado para campeón. River suma 42 y faltan siete fechas del campeonato. Si los de la camiseta alba con la banda roja le ganaran a los de la azul con la franja de oro, el torneo se pone al rojo vivo.

- Leyenda -

El escritor mexicano Juan Villoro, amante del fútbol que escribió 'Dios es redondo' dedicado a Diego Maradona, ha dicho que "el derby argentino interesa a la tribu planetaria interesada en las leyendas".

Se juega en la legendaria Bombonera en el barrio de la Boca. El exjugador, DT, escritor y filósofo Jorge Valdano, contó su debut en la Bombonera. Se ataba los botines y sintió que el piso se movía. Un compañero veterano le dijo: "No sos vos, pibe, es la cancha la que se mueve", por el atronador griterío y los rítimicos saltitos.

Fue otro escritor, el argentino Martín Caparrós, autor de 'Boquita', dedicado al club auriazul, quien dijo que fue "en Argentina donde se bautizó al público como jugador número 12". Así se llama la hinchada boquense.

Roberto 'Negro' Fontanarrosa, escritor y dibujante humorístico, dijo que un clásico de su amado Rosario Central con Newell's, en Rosario (300 Km al norte) no tiene nada que envidiarle en fanatismo e intensidad.

Es la ciudad de Lionel Messi y de Marcelo Bielsa, dos fanáticos de Newell's, y también de Angel Di María, un conspicuo simpatizante de Rosario Central.

Recordó Fontanarrosa aquella semifinal que no se podía perder por el campeonato Nacional de 1971, porque "nuestros nietos y bisnietos no lo perdonarían jamás y los 'Lepra' (Newell's) seguirían burlándose un siglo después". Ganó Central con un gol de palomita de Pedro Poy.

Pero Fontanarrosa rindió culto al superclásico: "De la misma forma en que el coronel Aureliano Buendía ansiaba conocer el hielo para, de una vez por todas, saciar su curiosidad, empezar con buen pie 'Cien años de soledad' y postular a Gabriel García Márquez como futuro Premio Nobel, yo ansiaba ver un River y Boca".

"¿Por qué estoy nervioso, si yo soy hincha de Rosario Central? Es difícil no estarlo. Hay una carga eléctrica, una energía que dinamiza y crispa, sea el partido bueno, malo o regular", contaba el malogrado escritor.

- Pasión -

Hay otros superclásicos en el mundo: Real Madrid-Barcelona en España, o el británico Manchester United-Liverpool, el italiano Inter-Milan o el brasileño Flamengo-Fluminense.

Pero un editor de la revista World Soccer Magazine escribió que Boca-River es "insuperable por ningún otro en el mundo por su pasión e intensidad".

Villoro cuenta que una vez fue a un River-Boca en el estadio Monumental. Un hincha le preguntó si en México pueden sentarse al lado en la tribuna dos hinchas de archirrivales. "Le dije que sí ¿Y no se matan?, me preguntó con interés. Le expliqué que, al menos para eso, éramos pacíficos. Su respuesta fue fulminante: ¡Pero qué degenerados!", relató Villoro.

Boca-River es un país en ascuas y listo para desenfundar el sarcasmo. Los hinchas de River le dicen a Boca "Horóscopo Chino, porque son un montón de animales". Los de Boca le dicen a River "Papa Noel porque se viste de rojo y blanco y no existe". El lunes habrá bromas a granel... aunque empaten.