La Cordillera', de Santiago Mitre: thriller político, corrupción y drama familiar
 /  Cannes (Francia)  -  23 mayo 2017 17:29  -  AFP (Daniel MEROLLA)  /  ENTREVISTA

Los presidentes de Argentina, Brasil, México y otros líderes latinoamericanos quedaron envueltos en un escándalo de petróleo y corrupción con un enviado del gobierno de Estados Unidos, turbia trama atravesada por un misterioso drama familiar en las nevadas cumbres de Los Andes.
No se excite ni se asuste. Con los escándalos reales de cada día, alcanza y sobra. Los mandatarios son de ficción. Animan 'La Cordillera', película de Santiago Mitre ('El Estudiante', 'Paulina') estrenada en la sección Una Cierta Mirada de Cannes.
En el elenco están la española Elena Anaya (Premio Goya-2011 por 'La piel que habito'), la chilena Paulina García (Mejor Actriz en Berlín-2013 por 'Gloria'), el chileno Alfredo Castro (fetiche del realizador Pablo Larraín), el mexicano Daniel Giménez Cacho (multipremiado con los Ariel) y el brasileño Leonardo Franco.
Un papel clave tiene el estadounidense Christian Slater (Globo de Oro por la serie 'Mr. Robot')
Otro multilaureado, el argentino Ricardo Darín ('El secreto de sus ojos') encarna a un agobiado presidente argentino. Su hija es Dolores Fonzi (Mejor Actriz en Málaga-2012 por 'El Campo') y su secretaria es Erica Rivas ('Relatos Salvajes').
Aquí la entrevista con Mitre (Buenos Aires, 36 años):

¿Macri, Temer y Peña Nieto? -
P: Tus otras obras son profundamente políticas y cuestionadoras, pero ahora te zambulliste en una explícita cumbre de jefes de Estado.
R: La idea con Mariano (Llinás, coguionista) era trabajar la política en sus más altas esferas. Retratar la intimidad de un presidente. Y confrontar dos fuerzas: la macropolítica con la micropolítica del entorno familiar. Un episodio lo trastoca y esta persona se vuelve más oscura y peligrosa.
P: Te metés en las alfombras del poder con un medio tono (muy bien acompañado por la música del español Alberto, Iglesias, tres nominaciones al Oscar) hasta llegar a una efusión operística.
R: La idea fue tensar la situación política a partir de un hecho de la vida privada. Hay cineastas que ven lo político sobre lo cinematográfico. A mi lo que me importa es el cine.
P: ¿Te preocupa que busquen similitudes políticas con lo real? Para colmo hay presidentes que quedan muy mal parados.
R: Me gusta trabajar con personajes sinuosos y ambivalentes. El cine político nos ha mal acostumbrado. Se buscan sentencias y mensajes, pero esta película es correrse de ese lugar.

Fuego contra fuego: Darín vs Slater -
P: En tu tercer opus tenés un 'seleccionado' de artistas y técnicos. ¿Cómo manejaste eso?
R: La primera película, casi marginal, me dio cierta confianza narrativa. Esto es un salto en materia de producción, de presupuesto, de responsabilidad.
P: ¿Cómo aparece Slater en el elenco?
R: Leyó el guión y dijo que sí. Está muy involucrado políticamente. Tiene un profesionalismo apabullante. Y se llevó muy bien con Ricardo (Darín), que tiene una presencia en cámara impresionante, carisma, magnetismo, contagia al equipo.

- Cuéntame tu vida -
P: De pronto incursionás en un territorio de suspenso psicológico a lo (Alfred) Hitchcock.
R: Hay un cruce entre lo político y lo personal. Estudiamos experiencias freudianas con hipnosis. Introdujimos un elemento fantástico. Nos gustó como procedimiento narrativo.
P: Los caballos que aparecen son casi oníricos...
R: Empezamos con procedimientos de thriller político realista. Después irrumpe otro género, un suspenso casi fantástico. Me gustan esas resoluciones enigmáticas. A lo que el cine no debe resignarse es a pedir un espectador inteligente que pueda interpretar.
P: Hay un giro brusco en la historia.
R: Teníamos miedo de caer en el thriller convencional en medio del furor por 'House of Cards'. Queríamos algo más profundo y fantástico. Me descubrí mucho más fanático de (Stanley) Kubrick y de (Roman) Polansky de lo que sospechaba (risas).
P: ¿Sos un obsesivo del control y la marcación de actores?
R: No me meto mucho. Prefiero escuchar y darle espacio al talento ajeno. Y cuidamos cada detalle (con la vestuarista española Sonia Grande, colaboradora de Woody Allen, Pedro Almodóvar).
P: ¿Fueron a espiar cumbres políticas?
R: Sí, pero son más aburridas que la película (risas). Mi padre trabaja en política internacional y creo que la génesis de 'La Cordillera' fue escuchar cosas de las cumbre en sobremesas.