Un fantasma recorre el mundo: la rebelión femenina

por Daniel Merolla

Un fantasma recorre el mundo con manifestaciones el viernes en Latinoamérican y otras regiones contra los feminicidios, flagelo que azota con fuerza a Argentina, país advertido por la ONU sobre la violencia que sufren las mujeres, sin educar, prevenir ni asistir a las víctimas.
Una serie de movilizaciones se anuncian en Uruguay, Colombia, Chile y Guatemala, en el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia hacia las Mujeres, aprobado por la Asamblea General de la ONU.
Una mujer muere asesinada en Argentina cada 30 horas, según la Ong Casa del Encuentro, una de las centenares de convocantes a las marchas, asambleas, actos y cortes de calle este viernes en Buenos Aires y capitales provinciales.
"Nos pusimos en comunicación con cientos de colectivos feministas del mundo, coordinando acciones, aprovechando la tecnología para unificar discursos y para caminar juntas hacia un paro global de mujeres el próximo 8 de marzo", Día Internacional de la Mujer, dijo a la prensa Marta Dillon del colectivo 'Ni Una Menos'.
Ante el peso del tema en Argentina, el presidente Mauricio Macri, criticado en 2014 por defender los piropos callejeros, recibirá en la residencia oficial a familiares víctimas de contra la violencia de género.
'Ni Una Menos' se suma a la convocatoria del nuevo movimiento de mujeres de base llamado Paro Internacional de Mujeres (PIM), que abarca a colectivos de 17 países, entre ellos Alemania, Argentina, Chile, Corea, Ecuador, Rusia, Israel, Italia, México, Perú y El Salvador.
Reclaman por crímenes de género en Latinoamérica, con casos que también alarman en Europa y en Estados Unidos, donde manifestarán para la asunción del presidente electo Donald Trump, por sus declaraciones misóginas.
'Ni una Menos' reunió a multitudes de más de 200.000 personas en dos mitines, uno en 2015 y otro el 19 de octubre de este año. A la consigna 'Vivas Nos Queremos', le acaban de sumar un tercer lema: 'Nosotras Nos Organizamos'.

El patriarcado viola y mata -
Dillon dijo que "el patriarcado viola, mata y también encarcela". Organizaciones sociales y políticas suman ahora el reclamo de "liberación inmediata" de la líder social indigenista Milagro Sala en Jujuy (norte de Argentina).
La liberación de Sala, dirigente de la agrupación Tupac Amaru y en prisión hace 11 meses, es reclamada al presidente Macri por el grupo de Detenciones Arbitrarias y por el Comité de Discriminación Racial de Naciones Unidas.
En Montevideo, el Colectivo Mujeres de Negro cumple su marcha el viernes por la '18 de julio', principal avenida de la capital uruguaya.
En los últimos 12 meses, 46 mujeres fueron asesinadas en Uruguay. En 30 casos se trató de violencia doméstica, según el Ministerio del Interior.
Otra faceta de violencia de género se produce con la inmigración.
"Las mujeres migrantes nos organizamos sin distinción de nacionalidad, para combatir el hambre, la falta de acceso a la salud, la precarización laboral y las falsas urbanizaciones en asentamientos", dijo Vanina Viasi, del colectivo Plenario de Trabajadoras.

 Violencia de todo tipo -
Las movilizaciones responden " a la violencia social, legal, política, moral y verbal experimentada por las mujeres en diversas latitudes", dijo 'Ni Una Menos'.
Un fuerte impacto tuvo el 19 de octubre la marcha en Buenos Aires con decenas de miles de mujeres ataviadas de negro por el crimen de Lucía, una adolescente de 16 años violada y empalada en Mar del Plata (sur).
El movimiento femenino converge también hacia la próxima Marcha de Mujeres en Washington, el 21 de enero, día de asunción de Trump.
"Las mujeres que son víctimas de la violencia en Argentina enfrentan un problema sistémico y generalizado: la falta de implementación de normas para la protección de mujeres y niñas contra la violencia de género", dijo esta semana en Buenos Aires la relatora especial de la ONU sobre violencia contra las mujeres, Dubravka Simonovic.
Simonovic mencionó la criminalización del aborto en Argentina con el caso de Belén, un nombre de fantasía para resguardar su identidad.
Es una joven de 27 años y bajos recursos que tras sufrir un aborto espontáneo fue condenada a ocho años de prisión por supuesto homicidio. Recuperó la libertad tras una fuerte movilización social y la intervención de la Corte Suprema.