viernes, 30 de octubre de 2015






Presidenta argentina quema últimos cartuchos ante histrórico fortalecimiento de la derecha en Argentina

por Daniel Merolla

Ni ruptura ni abandono del balotaje. La presidenta argentina Cristina Kirchner quemó las naves de cara al balotaje presidencial. Sin nombrar a Scioli reclamó enfáticamente que lo voten en defensa del modelo de inclusión social y reformas del Estado. Planteó que el neoliberalismo se disfraza de populismo apoyando políticas que rechazó mil veces en el Congreso. Pero a la vez Macri capitaliza un alud de votos de derecha y centroderecha, por primera vez en la historia política argentina. Es el primer líder del 'establishment' que no aspira a llegar al poder por el golpe de Estado o la dictadura, sino por el empuje de las urnas.
"Vamos por la victoria al balotaje", dijo Kirchner al desestimar los rumores de una ruptura en la alianza oficialista como secuela de la elección poco satisfactoria del domingo en primera vuelta, con fuerte crecimiento de la oposición de derecha y centroderecha.
La mandataria dijo no ser "candidata a nada" y que se va a su casa tras entregar el poder el 10 de diciembre. Pero llamó a apoyar al postulante del gobierno. "¡Por Dios, no quiero ver que se desmorone todo lo que hemos construido!", abogó.
"Me interesa que los argentinos defiendan los derechos sociales y las conquistas en estos 12 años (de kirchnerismo, peronismo de centroizquierda)", dijo en un discurso sin Scioli -sin mencionarlo- y ante funcionarios y miles de partidarios, entre ellos la líder de Abuelas de Plaza de Mayo Estela Carloto, en la Casa Rosada, sede de gobierno.
Scioli, un peronista inclinado hacia la centroderecha, sumó 36,8% de votos en la primera vuelta el domingo, pero en sorpresivo crecimiento Macri, de la alianza centroderechista Cambiemos, cosechó 34,3%, con gran impulso hacia la segunda vuelta.

Arrepentidos -
Kirchner (62 años) criticó con suma dureza al macrismo, acusándolo de "disfrazarse" en la campaña política, apoyando medidas que "en el Congreso votaron en contra y ahora dicen arrepentirse".
"Acaban de decir que se arrepienten de no haber votado la ley de matrimonio igualitario. Dicen ahora estar de acuerdo con que Aerolíneas Argentinas y la petrolera YPF sigan en el Estado. Nosotros somos lo que somos, mal o bien. No somos un día una cosa y otro día otra", manifestó.
Atacó a los opositores con aspereza por su cambio de discurso. "Vos te arrepentís ahora, pero después se jodieron millones de argentinos", fustigó.
Antes de la campaña, Macri se había opuesto a las estatizaciones de la empresa petrolera, de Aerolíneas, del Correo, de los fondos jubilatorios y dijo que el país debía pagar el juicio en Nueva York de fondos 'buitres' (especulativos), pero ha modificado sus planteos.

- Globos opositores -
"Nos muestran globos y bailes (en actos macristas). Pero les pido a los argentinos que el árbol no les tape el bosque", dijo la mandataria al criticar el libre comercio que propone Macri.
Importantes medios de prensa señalaron en los últimos días que se habría quebrado la alianza en el interior del Frente para la Victoria de kirchneristas con peronistas inclinados al centroderecha, ante pronósticos de un triunfo de Macri en el balotaje.
En otro momento de su enfático discurso que da inicio de hecho a la campaña para el balotaje, dijo que "pese a lo que dijo la oposición que anunciaba fraude" era necesario "un desagravio porque el sistema electoral fue de limpieza y transparencia".
"El balotaje no es una simple elección entre dos candidatos. Es la decisión entre un modelo u otro de país, porque si no, nos hundimos todos", expresó.
Kirchner reivindicó el voto mediante boletas de papel y dijo que si hubiera sufragio electrónico no concurriría.
"No voy a permitir que una máquina me robe", dijo, aludiendo por primera vez a que en su viaje a principios de este año a Rusia, pudo hablar con el refugiado informático norteamericano Edward Snowden, quien le reveló maquinaciones electrónicas armadas para controlar y regular.
Entre los destacable de la elección del domingo, dijo que "por primera vez en la historia habrá cinco gobernadoras mujeres (sobre 25 distritos). Y felicitó a María Eugenia Vidal, la joven dirigente macrista de 42 años que logró derrotar al peronismo en los comicios a gobernador en la provincia de Buenos Aires, bastión tradicional del peronismo.
"Si se cambian las políticas macroeconómicas, si se hace lo de ir y pagarle sin chistar al juez (Thomas) Griesa" (1.600 millones de dólares a fondos 'buitres') los magistrados europeos "hubieran exigido que los tenedores de bonos" de esa región cobraran "lo mismo que los americanos", indicó la presidenta.
Hay un fenómeno nunca visto en Argentina asoma en camino al balotaje presidencial, al emerger Macri como el primer líder ligado históricamente a la derecha que disputa el poder por los votos y con fuerte apoyo popular.
Lo nuevo en la nación más austral de América es el meteórico ascenso de Macri con su partido Propuesta Republicana (PRO, derecha), en la flamante alianza Cambiemos, con socialdemócratas, que obtuvo un sorprendente 34,3% de los sufragios en la primera vuelta electoral el domingo.
El peronista moderado y centrista Daniel Scioli, apoyado con pragmatismo por la mandataria de centro-izquierda Cristina Kirchner, cosechó el 36,8%, pero fue "un perdedor moral, hay clima de derrota en el oficialismo", dijo a la AFP el politólogo Ricardo Rouvier. La segunda vuelta se celebrará el 22 de noviembre.
Desde la primera elección democrática en 1912, todos los presidentes que llegaron al poder mediante el voto popular fueron del Partido Peronista o de la Unión Cívica Radical (UCR, socialdemócrata).
"Si Macri es electo presidente, quizás se organice un nuevo bipartidismo, con una fuerza más populista centrada en la distribución (de riqueza), el peronismo, y otra más de centroderecha, con prioridad en la gestión y la eficacia (Macri)", dijo a la AFP el politólogo Rosendo Fraga, en declaraciones publicadas en internet.

Seducción -
En las calles palpita una ola de votos macristas. No sólo sedujo a las clases ricas urbanas y del campo, furiosamente antiperonistas y antikirchneristas. Hay trabajadores de bajos salarios, camareros de bar o pobladores de 'villas miserias' (asentamientos informales) que votan al alcalde de Buenos Aires, nacido en una familia dueña de un imperio industrial.
"Macri es parte de la 'nueva derecha' latinoamericana. Pero a diferencia de un republicano de Estados Unidos, que dice lo que piensa y hace, tiene un discurso vestido de populismo", dijo Camila Matrero, investigadora del Grupo de Estudios de Sociología Histórica de la Universidad capitalina.
La estética de campaña de Macri lo emparenta con los republicanos norteamericanos. Escenarios llenos de globos de colores, papelitos al aire y público de clase media acomodada. Pero en los altavoces suenan canciones de la llamada 'cumbia argentina', adorada por las clases más bajas y adoptada con esnobismo por las altas.

El proceso electoral marca el fin de una era.
Queda atrás un período de 12 años de kirchnerismo, iniciado por el extinto marido de la mandataria, Néstor Kirchner (2003-2007), al que siguieron dos mandatos consecutivos de su esposa Cristina. No hay delfín, sólo un pacto con Scioli, el peronista que mejor medía en las encuestas.
Símbolos kirchneristas fueron la política de derechos humanos con casi 600 condenas por actos criminales en la dictadura o el aliento al consumo, con salarios negociados por ley entre gremios y empresas, más estatizaciones de empresas y adhesión al eje boliviariano regional.
Pero la inflación real escala a más del 20% y proliferan denuncias de corrupción. "El electorado demanda otras cosas, como apertura al mundo, fin del cepo cambiario (restricciones para vender dólares) y acceso al crédito internacional", dijo a la AFP el politólogo Gustavo Córdoba.

- Viraje -
Como la tercera fuerza es la del exjefe de gabinete, ahora un feroz opositor, el peronista de centroderecha Sergio Massa (que sumó el 21% de los votos el domingo), el giro a la derecha es un alud precipitado sobre las urnas.
"Hay un discreto corrimiento a la derecha", admitió Córdoba. En cambio, el sociólogo Federico González, dijo que "si se ve el pasado de Macri, es de derecha y se jactaba de serlo. Tiene formación liberal, pero ha hecho un progreso".
"Es como el mito del Buda. Salió del palacio y descubrió la miseria y la enfermedad", ilustró González.
Pero los economistas de Macri, como Carlos Melconian o Federico Sturzenegger, pregonan volver al endeudamiento externo, acordar con el FMI, despedir empleados y eliminar negociaciones para mejorar salarios.
Lo sondeos marcan que Kirchner se marcha con un 50% de popularidad. Incluso midieron que si pudiera postularse era favorita. Pero su ciclo terminó y los líderes emergentes giran a la derecha o el centroderecha. Un cambio histórico.

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