El mejor cuadro político del gobierno en el final del mandato de Kirchner

 

El hombre que defiende cada día a capa y espada frente a un scrum de periodistas la obra del gobierno frente a las hostiles campañas, recobró su puesto de jefe de Gabinete, que no es ni primer ministro ni jefe de gobierno. Es el espadachín mayor, el mosquetero de primera fila frente al enemigo.

Aníbal Fernández, uno de los líderes históricos del gobernante peronismo en Argentina, fue nombrado por la presidenta Cristina Kirchner, en reemplazo de Jorge Capitanich, informó el vocero oficial, Alfredo Scoccimarro.
   Fernández (58) había ocupado antes el puesto durante dos años y medio en el primer mandato de Cristina Kirchner, entre 2007 y 2011, y actualmente era el secretario general de la Presidencia, cuando faltan ocho meses para las elecciones presidenciales del 25 de octubre y diez meses del cambio de gobierno.
   Otro cambio importante ordenado por la mandataria fue el nombramiento de un líder de la agrupación juvenil kirchnerista La Cámpora, Eduardo de Pedro (38) al frente de la secretaría general.
   De Pedro es un hijo de desaparecidos en la dictadura (1976-1983) y nieto recuperado por la organización Abuelas de Plaza de Mayo, entidad dedicada a restituir la identidad de bebés robados en las prisiones clandestinas.
   Capitanich tenía intenciones de alejarse del puesto para competir en las elecciones por su natal provincia del Chaco (nordeste), pero la decisión de ascender otra vez a Fernández responde a su creciente peso ante los medios para defender a diario en rueda de prensa las posturas del gobierno.
   Fernández es a su vez un encumbrado dirigente deportivo, como presidente del club Quilmes de la primera división de fútbol y titular de la Federación Argentina de Hockey sobre Césped, bajo cuyo mando está la exitosa selección femenina Las Leonas, cuatro veces medallistas olímpicas.
   Kirchner también designó a un nuevo ministro de Salud, Daniel Gollán, en remplazo de Juan Manzur.