jueves, 12 de septiembre de 2019


Llora y ríe por mi, Argentina

por Daniel Merolla

La gente llora en el cine pero también se ríe a carcajadas con la película 'La odisea de los giles', una tragicomedia sobre el crac financiero de Argentina en 2001, justo cuando ronda el fantasma de otra crisis.

El filme de Sebastián Borensztein, con el laureado Ricardo Darín en uno de los protagónicos, acaba de ser ovacionado en su estreno mundial en el Festival de Cine de Toronto. Su próxima escala será el Festival de San Sebastián.
"Es una historia muy argentina en su esencia, con lo cómico de nuestra idiosincracia y lo supercatastrófico del 2001", dijo Lorenzo Casanovas, un estudiante de administración de empresas de 21 años, al salir del cine.
Basada en un libro de Eduardo Sacheri es la película argentina más taquillera del año, con más de un millón de tickets vendidos en sus primeras tres semanas en cartel.
"En mi familia se cuenta que se perdieron más del 35% de los ahorros", contó su experiencia el actor y humorista Daniel Aráoz, quien representa a uno de los personajes del filme que cae en la trampa financiera de aquel triste año.
Es muy fuerte la sensación de 'deja vu' en los espectadores. Comparan aquel colapso con las últimas corridas cambiarias, sofocadas a duras penas por el gobierno del presidente liberal Mauricio Macri.
 - Los llantos -
 El popular conductor de TV Alejandro Fantino narró su dura vivencia ante la pantalla: "Llorábamos los mayores de 50 años por la angustia, porque nos remueve toda la incertidumbre que genera este país".
Escenas similares se recuerdan cuando en la década de los años 1980, en la agonía de la dictadura, la gente lloraba y reía con "Plata dulce", de Fernando Ayala. Trataba de un pequeño industrial que vendía su fábrica para apostar el dinero a la especulación financiera.
Al final el fabricante lo perdía todo y el financista se llevaba los dólares a paraísos 'off shore'. Cualquier similitud con la actualidad no es pura coincidencia.
Los argentinos dicen que quien se quema con leche cuando ve una vaca, llora. Por eso ahora vuelven a sacar los ahorros en divisas de los bancos por temor a otro 'corralito', como aquel bloqueo a las cuentas por más de 60.000 millones de dólares que dio triste fama mundial al país.
"La película tiene que ver con la situación de crisis y esta angustia de no saber qué pasará", declaró Sacheri.
Los depósitos en dólares cayeron un 25,6% desde que Macri sufrió un duro revés en las primarias de agosto, 16 puntos detrás del peronista de centro-izquierda Alberto Fernández. El 27 de octubre se elige presidente. Otra vez hay un cóctel explosivo de recesión, deuda, desempleo y pobreza.
 - No llores por mí -
 "Giles" se les dice en Argentina a los tontos e inocentes. La odisea de la historia es el proyecto de la gente de un pequeño pueblo de recuperar una empresa agrícola en quiebra.
"Este es el mejor momento, peor no nos puede ir, ¿qué más nos puede pasar?", dice el personaje de Darín, y a mediados de aquel 2001 se forma una cooperativa. Juntan moneda a moneda.
El público festeja a carcajadas y aplausos en medio de la proyección la inocencia del personaje, porque meses después el país estalló en la peor crisis de la historia argentina cuando cayó el gobierno del conservador Fernando de la Rúa.
Los dólares de los cooperativistas quedan atrapados en el 'corralito' y, para colmo, se los roba el villano del filme, un tal Manzi, gerente del banco que los oculta en un bóveda secreta.
El personaje de Manzi lo interpreta el actor colombiano Andrés Parra, conocido por haber encarnado al excapo del narcotráfico Pablo Escobar en la serie televisiva "Escobar, el patrón del mal".
Los cooperativistas timados organizan un operativo comando para recuperar sus dólares. Es la justicia por mano propia tan frecuente en las historias de Sacheri.
La explicación la dio Borensztein: "Me gusta pensar el arte como algo no políticamente correcto. En el cine un tipo va y mata al forajido, en la vida real no".
El crítico de cine Diego Batlle dijo a la AFP que "la crisis actual, obviamente puede ayudar al éxito, todo suma", pero también resaltó la presencia de los Darín, la inversión publicitaria, la coproducción de la Warner, entre otros motivos convocantes.
"Es una historia épica y criolla, reivindicativa del poder de la gente común", declaró 'Chino' Darín, actor e hijo de Ricardo y ambos lanzados aquí a su primera aventura como coproductores de cine. La taquilla y la tragicomedia argentina les dan una mano.


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